El líder de UKIP apoya la supresión de las leyes contra la discriminación racial

Farage enciende la polémica al decir que los británicos deberían poder contratar a otros británicos sin temor a infringir estas leyes

El líder de UKIP apoya la supresión de las leyes contra la discriminación racial Reuters

luis ventoso

UKIP , el partido eurófobo y populista que puede convertirse en la tercera fuerza en las elecciones generales de 7 de mayo, navega siempre bajo la sospecha de que es una formación de tintes racistas. Sus dirigentes lo niegan de plano una y otra vez, pero se repiten episodios de hijos de inmigrantes que han dejado UKIP tras integrarse en él y ver cómo respira por dentro. Nigel Farage, el locuaz líder de UKIP, se ha visto envuelto en una gran polémica al abogar en una entrevista para un documental de Channel 4 por suprimir las leyes británicas contra la discriminación laboral por motivo de raza , que datan de finales de los sesenta.

Portavoces del Número 10 de Downing Street han calificado sus declaraciones de « profundamente preocupantes » y añaden que «Farage desea desesperadamente llamar la atención». Más duros han sido todavía los laboristas. El exministro SadiqKhan, de origen paquistaní, miembro del gabinete en la sombra de Miliband, considera lo que ha dicho Farage « lo más impactante que oído jamás a un político integrado en el sistema ».

Para intentar arreglar su desaguisado, Farage ha hablado para la BBC alegando que nunca habló de razas en la entrevista con Channel 4, que se grabó el pasado otoño para un documental titulado «Cosas que no queremos decir sobre la raza y son verdad». Farage afirma que « hablaba de nacionalidad y no de razas », y que lo que quería decir es que se debe permitir a un empresario que discrimine a favor de los aspirantes al empleo de nacionalidad británica: “Nunca hablé de razas. Lo que dije es que debería haber una predisposición hacia los trabajadores británicos y darles el empleo a ellos frente a alguien de Polonia. Eso es exactamente lo que dije”.

Pero Channel 4 lo ha dejado en mal lugar, porque insiste en que «fue preguntado abiertamente si debería existir una ley contra la discriminación racial y respondió que no». Su respuesta fue «no», sin duda, aunque también añadió que UKIP es un «partido daltónico» en cuanto a los colores: «Esas leyes podrían tener sentido hace cuarenta años. Pero hoy, si les preguntas a mis hijos por la cuestión racial, probablemente no sabrán de que hablas».

De todas formas, sus aclaraciones a la BBC tampoco son muy tranquilizadoras para un español, un italiano o un polaco, que tienen garantizado hoy el acceso al mercado laboral inglés por su pertenencia a la Unión Europea: «No hablaba de razas. De lo que hablaba es de que los jóvenes desempleados británicos, blancos y negros, puedan obtener trabajo frente a la gente del Sur y el Este de Europa».

UKIP, que parecía cobrar mucha fuerza el pasado otoño y cuyo líder era entonces el perejil de todas las salsas, parece haberse ido desinflando un poco a medida que se acerca la realidad de los comicios, a 70 días vista. Aún así, las encuestas más generosas con los populistas les conceden hasta el 16% de los votos . Lo cierto es que se han convertido en un grano insidioso para el Partido Conservador, pues su nacionalismo inglés y su intransigencia con los llegados de fuera conectan con parte de la sociedad tradicionalista.

A finales del año pasado, Cameron lanzó algunos guiños de endurecimiento del control de la inmigración, sin duda por cálculo de electoral. Pero sus estrategas de campaña parecen haber descartado esa vía y ahora sus ejes son los buenos resultados de las reformas económicas y alertar sobre la inconsistencia del candidato laborista y su posible agenda oculta de pactos con el independentismo escocés. De todas formas, Farage ya ha aclarado que si se convierte en el árbitro de la gobernabilidad apoyará a Cameron y no a Miliband.

Farage , de 50 años, exitoso agente de bolsa de joven que hizo un buen dinero en la City, es un tipo dicharachero y bromista, que cultiva la imagen de parroquiano de pub que fuma y bebe sin complejos, un cliché que le ha otorgado popularidad. Con todo, hasta él mismo ha tenido la honestidad de reconocer la semana pasada que no vale para primer ministro.

El líder de UKIP apoya la supresión de las leyes contra la discriminación racial

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación