Grecia amenaza con volver a las urnas si el Eurogrupo no le da dinero
El ministro de Finanzas, Varufakis, dice que Atenas está dispuesta a convocar un referéndum si los socios europeos rechazan sus propuestas

Como era de temer, el nuevo Gobierno populista griego parece dispuesto a convertir en un dramático episodio de suspense cada reunión del Eurogrupo. En la de hoy, el ministro de Finanzas Yanis Varufakis ha llegado con un estrambótico plan de reformas que ya le han dicho los demás ministros que no quieren aprobar sin la evaluación técnica de la «troika». El Gobierno de Alexis Tsipras se resiste con uñas y dientes a admitir que sus promesas electorales no entran dentro del margen de maniobra que le han dado sus acreedores y amenaza ahora con convocar un referéndum o volver a las elecciones anticipadas, lo que prolongaría el escenario de inestabilidad.
Al menos así lo dejó dicho Varoufakis en una entrevista a un periódico italiano ayer domingo. «Podría haber problemas, pero, como mi primer ministro ha dicho, no estamos pegados a nuestras sillas podemos volver a las elecciones, llamar a un referéndum », dijo el responsable de finanzas al italiano «Corriere della Sera». Dado que esa noción de referéndum quedaba abierta a las interpretaciones, desde Atenas se emitió a toda prisa un comunicado para aclarar que no se estaba considerando en ningún caso un referéndum sobre la permanencia o no de Grecia en el euro. La precisión se refería a que cualquier hipotético referéndum se limitaría «por supuesto a considerar el contenido de las reformas y la política fisca l» del Gobierno populista.
Desde Bruselas le han dicho a Tsipras en todos los idiomas que el hecho de que él ganase las elecciones en enero con un determinado programa electoral no puede cambiar las decisiones tomadas en el Eurogrupo por unanimidad de todos los demás países. Es decir, que no serviría de gran cosa volver a hacer pasar a los griegos por las urnas.
De momento el Eurogrupo está intentando mantener a Grecia a bordo y el presidente del consejo de ministros de finanzas de la zona euro, el holandé s Jeoren Dijsselbloen, le ha dicho amablemente a Varufakis que la lista de propuestas que le envió el viernes -y que incluye la contratación temporal de turistas para que vigilen el pago del IVA- «puede ser útil» para la discusión, aunque insiste en que en cualquier caso debe ser «analizada por las instituciones», que es el eufemismo pactado para no mencionar a la «troika».
Tácticas
Dijssebloen dice también en la carta que ha enviado a Atenas, que esa revisión debe hacerse en «todas las áreas»de la gestión presupuestaria, lo que se interpreta como una referencia a las decisiones que el anterior gobierno conservador se había comprometido a hacer, principalmente recortes, y que el actual ha dicho que desea evitar y que incluso pretende revertir algunas de las ya tomadas. En lugar de ello, Dijsselbloem le aconseja al Gobierno griego «que trabaje en coordinación con las instituciones para lograr la culminación con éxito del programa», que es exactamente lo contrario de lo que ha hecho hasta ahora el nuevo Gobierno.
En la entrevista a «Il Corriere», Varufakis ha dicho que a pesar de lo que se dice, el Estado tiene dinero «para pagar las pensiones y los sueldos de la administración pública» , y que no necesita un tercer rescate, como se da por hecho desde Bruselas. Sin embargo, en realidad Atenas está luchando por convencer a sus socios para que desbloqueen los fondos que quedan pendientes del segundo rescate para poder pagar los vencimientos que debe al FMI este fin de mes.
Acuerdo provisional
El Gobierno populista llegó a un acuerdo provisional con sus acreedores europeos el mes pasado y Atenas tiene hasta finales de abril para especificar y acordar las reformas que deben hacerse a cambio de desbloquear los últimos paquetes de ayuda . El plan que le han propuesto sus socios europeos y para el que tiene el apoyo de la Comisión Europea, incluye pactar después un nuevo rescate con condiciones más flexibles, pero para ello ha de aceptar cumplir plenamente el actual programa.
Grecia propone sustituir su actual deuda por unos nuevos bonos ligados al crecimiento nominal . «Me gustaría que Europa comprenda que esta sería una manera de pagar más dinero a los acreedores, no menos», insiste Varufakis frente al «silencio» con el que afirma que le responden desde Bruselas.
La Comisión le ha ofrecido todo tipo de facilidades al nuevo Gobierno, desde las excusas públicas a los griegos por parte de su presidente Jean-Claude Juncker por la impiedad con la que la «troika» ha impuesto sus condicionantes técnicos sin tener en cuenta las consecuencias sociales, a la promesa de sustituir no solo nominalmente a «los hombres de negro», sino crear una nueva institución sometida al control del Parlamento Europeo. Pero Tsipras no ha encontrado todavía la manera de convencer a sus aliados internos de que no solamente no tiene más remedio que cumplir con lo que se le pide, sino de que es además lo mejor para Grecia.
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