El asesinato de Nemtsov revitaliza a la oposición política en Rusia
Decenas de miles de personas se manifestaron en Moscú para rendir homenaje al disidente asesinado y reclamar una sociedad libre y segura
La gran manifestación opositora de este domingo en Moscú fue grave y silenciosa, propia del luto que guardan todos los demócratas en Rusia por el asesinato del líder opositor, Borís Nemtsov . La climatología también fue triste: el cielo nublado y una leve llovizna acompañaron a los manifestantes todo el recorrido. Pero la marcha fue multitudinaria. Las autoridades sostienen que asistieron unas 20.000 personas mientras que la oposición hablaba de hasta 70.000. Los activistas del proyecto «Contadores Blancos», que han demostrado ser los más fiables en veces anteriores, contabilizaron 50.000 manifestantes.
Durante las potentes movilizaciones contra Vladímir Putin de diciembre de 2011 hubo concentraciones que llegaron a reunir a 100.000 personas. Tras la victoria electoral de Putin en marzo de 2012, el movimiento empezó a perder fuelle. El 6 del mayo de 2012, en la víspera de la toma de posesión del presidente electo, apenas se manifestaron 20.000 opositores y se produjeron desórdenes que sirvieron al Kremlin para justificar la mano dura que aplicó a partir de entonces. Aún hay disidentes encarcelados por aquellos disturbios.
La marcha de este domingo partió desde la plaza Slaviánskaya, discurrió por la rivera del río Moskova y pasó por delante de la montaña de flores erigida en mitad del puente «Bolshói Moskvoretski», donde Nemtsov fue asesinado. Aquí los ánimos se enardecieron, se oyeron llantos y algún grito exigiendo libertad y justicia. La multitud portaba banderas rusas con crespones negros, retratos de Nemtsov y pequeños carteles con inscripciones como «Luchó por un futuro mejor» o «La propaganda mata». En la pancarta de cabeza de la marcha se leía: «Estas balas han sido disparadas contra cada uno de nosotros».
«Poder corrupto»
Alexéi, un joven que llevaba una bandera naranja del movimiento Solidaridad, en el que militaba Nemtsov, confiaba en una marcha mucho más multitudinaria y arrasadora: «Era el momento de haber demostrado a este poder corrupto que somos muchos los que no apoyamos esta política, pero una gran parte parece haber preferido quedarse en casa». Sin embargo, el antiguo asesor del Kremlin, el politólogo Gleb Pavlovski, que también estaba en la manifestación, cree que los moscovitas «han respondido bien a la convocatoria». En su opinión, «el movimiento de protesta irá en aumento». Quien no asistió fue el dirigente opositor de moda, Alexéi Navalni, que cumple 15 días de arresto por distribuir propaganda que el juez consideró ilegal.
Al final de la marcha, el ex primer ministro, Mijaíl Kasiánov, copresidente del partido al que pertenecía Nemtsov, intervino para anunciar que propondrá a las autoridades que el puente «Bolshói Moskvoretski» pase a llamarse «Nemtsovski», en honor de su compañero muerto.
El diputado ucraniano Alexánder Goncharenko fue detenido
En otras ciudades de Rusia, como San Petersburgo, Nizhni-Nóvgorod, Ekaterimburgo o Kaliningrado, también se celebraron marchas similares. La de la antigua capital de los zares congregó a unas 6.000 personas y en ella, a diferencia de la de Moscú, pudieron verse banderas ucranianas.
A la manifestación de Moscú, no obstante, acudieron algunos diputados ucranianos. Uno de ellos, Alexánder Goncharenko, fue detenido por la Policía. Pertenece al partido del presidente Petro Poroshenko y llevaba una camiseta con la frase en ucraniano «Los héroes no mueren». Ese mismo lema fue el de las revueltas de Kiev tras las primeras víctimas mortales.
Los medios de comunicación rusos informaban este domingo que el arresto de Goncharenko tal vez esté relacionado con su posible implicación en las muertes habidas en Odessa el 2 de mayo de 2014, cuando la Casa de los Sindicatos ardió tras un enfrentamiento entre partidarios del Maidán y prorrusos en el que murieron unas 50 personas.
El diario Moskovski Komsomólets llama la atención sobre el hecho de que, en un decreto promulgado la semana pasada, Putin ha convertido el 27 de febrero, cuando fue asesinado Nemtsov, en el Día de las Fuerzas de Operaciones Especiales. La propuesta partió de un diputado oficialista y tenía como fundamento el hecho de que, el 27 de febrero del año pasado, comenzó en Crimea la operación de comandos especiales para la anexión de la península .
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