La última condena de Tie Liu, disidente chino de 82 años
Sentenciado a 30 meses de cárcel por criticar al régimen, la pena quedó suspendida al admitir su culpabilidad
![La última condena de Tie Liu, disidente chino de 82 años](https://s2.abcstatics.com/Media/201502/25/tie-liu--644x362.jpg)
A pesar de sus 82 años y su delicado estado de salud, el disidente chino Tie Liu se sentó el miércoles en el banquillo de los acusados y fue juzgado por sus críticas al autoritario régimen de Pekín. El tribunal del distrito de Qingyang, en la sureña ciudad de Chengdu, le condenó a treinta meses de cárcel, pero suspendió la pena durante cuatro años porque Tie Lu llegó a un acuerdo con las autoridades y reconoció su culpabilidad, según informa la ONG Defensores Chinos de los Derechos Humanos (CHRD, en sus siglas en inglés).
Junto a él, la persona que lo cuida, Huang Jing, fue sentenciada como cómplice a doce meses de prisión, también suspendidos durante dos años. Además, ambos fueron sancionados con multas de 30.000 yuanes (4.215 euros) y 5.000 yuanes (700 euros), respectivamente. Gracias a su acuerdo con los jueces, Tie Liu y Huang Jing pudieron marcharse en libertad, pero cumplirán las penas impuestas si cometen algún delito durante la suspensión de sus condenas.
El veterano disidente, que trabajaba para el «Diario de Chengdu», fue juzgado por «actividad en negocios ilegales», ya que publicó dos manuscritos con las memorias de los purgados durante la «Campaña Antiderechista» que sacudió a China a finales de los años 50, cuando miles de intelectuales como él fueron torturados y encarcelados por criticar al Partido Comunista y a Mao Zedong. Pero la persecución contra Tie Lu no acabó ahí porque estuvo confinado en un campo de trabajo desde 1958 hasta 1980. A tenor de la Fiscalía, la prueba de sus «negocios ilegales» es que Tie Lu había recibido 860.000 yuanes (120.830 euros) para publicar dicha denuncia, que él atribuyó a préstamos y donaciones y no a las ventas de sus escritos.
Al margen de ese detalle, CHRD recuerda en un comunicado que el régimen de Pekín está usando cada vez más la acusación de «negocios ilegales» para condenar a disidentes, blogueros y miembros de ONG, silenciando así su derecho a la libertad de expresión e incluso de reunión.
Aunque Tie Lu, cuyo verdadero nombre es Huang Zerong, ha podido regresar a casa con su familia, CHRD denuncia que este caso ha estado «plagado de violaciones de la ley y los procedimientos legales». Capturado el 13 de septiembre en Pekín tras criticar al jefe de la Propaganda, el anciano se ha pasado cinco meses detenido pese a que la ley exime a los mayores de 70 años de este arresto provisional, a menos que estén implicados en delitos relacionados con bandas criminales, que no era su caso. Según el comunicado de CHRD, Tie Lu ha sido sometido a duros interrogatorios y la Policía le ha privado de su tratamiento médico pese a su pobre salud, lo que llevó a ingresarlo de urgencia en el Hospital de la Cruz Roja de Pekín cuando se desmayó tras un interrogatorio de una noche en el centro de detención. Además, las autoridades rechazaron su libertad bajo fianza por motivos médicos y el 24 de noviembre trasladaron a Tie Lu y Huang Jing a Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, donde han permanecido confinados hasta el juicio.
Para acabar con esta pesadilla, la familia del disidente cambió de abogado y sustituyó a Liu Xiaoyuan, conocido por su defensa de los derechos humanos, por otro letrado con el fin de llegar a un acuerdo con el tribunal. Aunque Tie Lu siempre había insistido en su inocencia, se declaró culpable en el juicio, al que solo pudieron acudir dos familiares. En su declaración final ante los jueces, al veterano disidente no le quedó más remedio que aceptar su derrota: «Ya no quiero esto. Soy viejo, no tengo fuerzas. Sufro de hipertensión, coágulos de sangre en el cerebro y enfermedades del corazón y la próstata. Si la ley me perdona, me quedaré en compañía de mi esposa y mis hijos y llevaré una vida tranquila».
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