Chad aseguraba haber acabado con 207 miembros de Boko Haram
El anuncio se produce de forma paralela a la muerte de dos soldados al sur de Níger por una mina anti-persona, una táctica novedosa del grupo radical
El Ejército de Chad ha anunciado la muerte de al menos 207 presuntos miembros de la milicia islamista de Boko Haram en las cercanías de la ciudad de Gambaru, en la frontera entre Nigeria y Camerún. De igual modo, el comando militar asegura que, tras los combates iniciados ayer, las fuerzas armadas se hicieron con el control de diverso armamento pesado perteneciente al grupo radical, entre otros, un tanque y 15 artillados (vehículos de combate improvisado).
El anuncio se produce de forma paralela al fallecimiento de dos soldados en la región de Diffa, al sur de Níger, en la explosión de una mina anti-persona, presuntamente, sembrada por miembros de Boko Haram. Ésta es la primera ocasión en la que el grupo islamista es acusado de forma oficial del uso de trampas explosivas en su huida (recientemente, fuentes locales aseguraban también que los insurgentes enterraron hasta 1.500 minas en las cercanías de la localidad nigeriana de Baga).
Tanto Níger como Chad han lanzado una operación militar junto a tropas de Nigeria y Camerún encaminada a sesgar las fuerzas de Boko Haram, quien amenaza las fronteras comunes de estos países.
A finales de mes, durante una asamblea celebrada en Etiopía, la Unión Africana aprobaba la creación de una fuerza internacional compuesta por cerca de 8.700 soldados para frenar el avance del grupo yihadista. El contingente deberá ahora ser aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para su despliegue en territorio africano. Sin embargo, los apoyos son ya absolutos.
«Doy la bienvenida a la decisión de centrarse específicamente en esta seria amenaza», aseguraba el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante la cumbre.
Desde comienzos de año, las matanzas registradas al noreste de Nigeria habían demostrado la incapacidad del Ejército local para frenar al grupo yihadista.
Y no solo por los problemas internos de la tropa (en diciembre, un tribunal marcial condenaba a la pena de muerte a 54 militares que se negaron a recapturar tres ciudades tomadas por los radicales. Los soldados aducen que no contaban con armamento ni munición).
Ahora, no obstante, los esfuerzos regionales parecen estar unidos. La nueva tropa estará formada por soldados de cinco países: Nigeria, Camerún, Chad, Benín y Níger.
Mientras, de forma paralela, el avance de las tropas nigerianas (o al menos, su anuncio) se recrudece en los últimos días. Durante el fin de semana, el comando militar confirmaba la reconquista de la ciudad de Baga, en manos de Boko Haram desde principios de enero.
Precisamente, el asedio de esta ciudad fue uno de los motores que han motivado el cambio de enfoque frente a los yihadistas.
Números abultados
De igual modo, crecen los anuncios abultados sobre presuntas bajas en el grupo islamista (nunca confirmadas de manera independiente). Éstos son los casos, por ejemplo, de la muerte de hasta 300 miembros del grupo islamista (4 de febrero) en un solo operativo lanzado en la localidad de Gamboru por fuerzas chadianas. Cifras similares a las compartidas por fuentes marciales de Nigeria (200 islamistas fallecidos el 10 de enero tras la masacre de Baga) o las Fuerzas Armadas de Camerún («entre 200 y 300 rebeldes» perdían la vida el 12 de enero en una acción armada en la ciudad de Kolofata, según el ministro de Información, Issa Tchiroma).
Teniendo en cuenta que las estimaciones más realistas establecen el núcleo duro de Boko Haram entre los 4.000 y 6.000 miembros, de ser reales, solo en el último mes las fuerzas islamistas se habrían reducido entre un 20-25% (a pesar de la evidentes muestras de auto-regeneración que siempre han ofrecido los insurgentes).
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