La fuerza panafricana contra Boko Haram gana enteros
Francia asegura que apoyará ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la creación de un contingente militar contra la milicia islamista
Francia apoyará ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la creación de un contingente militar por parte de la Unión Africana (UA) para combatir a la milicia islamista de Boko Haram, según admitió su ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, de gira en la región.
«El apoyo francés para la fuerza integrada de reacción africana es total. Francia secundará la petición de la UA y otros países interesados en una resolución a ser votada por el Consejo de Seguridad», aseguró Fabius, en la capital de Níger, Niamey, durante una visita que le ha llevado por Chad, Camerún y la propia Níger.
A finales de mes, durante una asamblea celebrada en Etiopía, la UA aprobaba la creación de una fuerza internacional compuesta por cerca de 8.700 soldados para frenar el avance del grupo yihadista. El contingente deberá ahora ser aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para su despliegue en territorio africano. Sin embargo, los apoyos son ya absolutos.
«Doy la bienvenida a la decisión de centrarse específicamente en esta seria amenaza», aseguraba el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante la cumbre.
Desde comienzos de año, las matanzas registradas al noreste de Nigeria han demostrado la incapacidad del Ejército local para frenar al grupo yihadista.
Y no solo por los problemas internos de la tropa (en diciembre, un tribunal marcial condenaba a la pena de muerte a 54 militares que se negaron a recapturar tres ciudades tomadas por los radicales. Los soldados aducen que no contaban con armamento ni munición).
Ahora, no obstante, los esfuerzos regionales parecen estar unidos. La nueva tropa estará formada por soldados de cinco países: Nigeria, Camerún, Chad, Benín y Níger.
Mientras, de forma paralela, el avance de las tropas nigerianas (o al menos, su anuncio) se recrudece en los últimos días. Durante el fin de semana, el comando militar confirmaba la reconquista de la ciudad de Baga, en manos de Boko Haram desde principios de enero.
Precisamente, el asedio de esta ciudad fue uno de los motores que han motivado el cambio de enfoque frente a los yihadistas.
La mayor masacre
A comienzos de enero, los rebeldes nigerianos emprendieron una oleada de asedios contra la población civil en 16 localidades situadas en el estado de Borno, al noreste del país y en los confines con el lago Chad. Fuentes locales aseguran que, de los 10.000 habitantes con los que contaban estos asentamientos, cerca de dos mil se encuentran desaparecidos, mientras centenares de cadáveres se apilaron durante días en las calles de la ciudad de Baga.
Entonces, AI y Human Rights Watch (HRW) hacían públicas unas imágenes por satélite que relataban de forma visual la magnitud de la tragedia. En las fotografías, donde se ofrece el antes (2 de enero) y el después (7 del mismo mes) de la embestida islamista, se observa la destrucción, parcial o total, de 3.700 estructuras en las localidades de Baga y Doron Baga.
Sin embargo, de acuerdo a investigaciones de AI, en noviembre y diciembre pasado, comandantes de la base militar de Baga ya habían informado al mando militar de la amenaza de un ataque de Boko Haram, así como habían pedido refuerzos.
«Se desprende de esta evidencia que el liderazgo militar de Nigeria falló lamentablemente y en repetidas ocasiones en su deber de proteger a los civiles de Baga y Monguno (localidad tomada el pasado domingo), a pesar de las repetidas advertencias sobre un inminente amenaza planteada por Boko Haram», aseguraba entonces el director para África de AI, Netsanet Belay.
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