Egipto pide el respaldo de la ONU para acabar con los terroristas en Libia
La comunidad internacional no se ha mostrado dispuesta a retomar los bombardeos como los que hace cuatro años ayudaron a los rebeldes a derrocar -y matar- a Gadafi
Sin titubeos, Egipto ha bombardeado esta semana posiciones de los terroristas del Estado Islámico (EI) en Libia después de que estos decapitaran a 21 cristianos coptos egipcios. Ahora, el presidente Abdelfatah Sisi quiere que esos ataques de su aviación sean la punta de lanza de una operación a la que se sume la comunidad internacional. El Cairo solicita de esta forma a las Naciones Unidas que encabece esa misión en el país magrebí, sumido en el más absoluto caos desde la guerra civil que tumbó en 2011 las cuatro décadas de dictadura de Muamar Gadafi .
Sisi entiende que «lo que ocurre en Libia va a transformar este país en un lugar que va a suponer una amenaza al conjunto de la región, no solo a Egipto sino a todo el Mediterráneo y Europa», según declaró el presidente a la emisora francesa Europe 1.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reune este miércoles y ese será uno de los asuntos que se deberán abordar, aunque la diplomacia internacional no parece que vaya a dar pasos adelante. Italia, país cuya cercanía fue incluso aludida por los terroristas en el macabro vídeo en el que asesinan a los cristianos en una playa, estaría dispuesta a sumarse a esa misión pero únicamente si es de paz, informa France Presse.
Guerra contra la dictadura
Los rebeldes que se levantaron en armas contra Gadafi hace justo ahora cuatro años solo fueron capaces de tumbar el régimen y matar al sátrapa con la ayuda de la aviación de una misión internacional que, a bombazos desde el aire, les abrió el camino por tierra frente a un Ejército que era superior. Terminada esa misión, la espiral de caos y violencia no ha abandonado Libia, donde operan dos gobiernos enfrentados, decenas de grupos armados así como grupos terroristas como el Estado Islámico.
La reacción egipcia ha sido similar a la de Jordania en Siria nada más comprobar que el piloto que mantenían como rehén los yihadistas había sido asesinado quemado vivo en una jaula. El rey Abdalá ordenó que su Ejército -que forma parte de la alianza que lidera EE.UU.- retomara los bombardeos sobre posiciones del Estado Islámico que habían detenido desde que cuarenta días antes los terroristas anunciaron la captura del piloto.
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