La ruina económica aumenta la dependencia de Kiev

Ucrania vive solo gracias a la ayuda económica masiva que le da Occidente

La ruina económica aumenta la dependencia de Kiev afp

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Aunque aliviada por la promesa de una nueva ayuda masiva económica por parte de Occidente, Ucrania se encuentra en una situación financiera extremadamente precaria y bajo la constante espada de Damocles que representa la deuda contraída con Moscú, que en cualquier momento puede exigir su devolución. Rusia concedió en 2013 un crédito de 3.000 millones de dólares a Ucrania para premiar a su entonces presidente, Víctor Yanukóvich , por su acercamiento a Moscú tras dar la espalda a la Unión Europea, informa la agencia Afp.

En teoría, el gobierno ucraniano tendría que devolver esa deuda en diciembre, pero una cláusula incluida en el acuerdo de préstamo permite a Rusia exigir ese dinero antes de que venza tal plazo. «Ese préstamo constituye un medio de presión», constata el experto ruso Stanislav Belkovski, director del Instituto de Estrategia Nacional. «Visto el contexto de los acuerdos de Minsk, Putin no querrá utilizar esa carta. Pero si hay una nueva escalada militar, que es algo muy posible, le servirá como argumento para presionar», añade Belkovski.

Ucrania se encuentra en una situación económica desesperada después de dos años de recesión y ante un conflicto armado en el este –la zona más industrializada del país– que ha terminado de arruinarla. En poco más de un año, su moneda ha perdido el triple de su valor, sus reservas de divisas están casi vacías, la actividad económica se hunde y la inflación no deja de aumentar.

Un nuevo crédito

Tras la concesión de un primer plan de apoyo económico en la pasada primavera por valor de 4.500 millones de dólares, el Fondo Monetario Internacional ha anunciado la concesión de un nuevo crédito de 17.500 millones de dólares que serán entregados poco a poco, en diversos plazos.

El préstamo está previsto para una duración de cuatro años, con la intención de que Kiev disponga así de tiempo para acometer sus reformas de austeridad y de lucha contra la corrupción, al mismo tiempo que intenta pagar parte de sus deudas y que se esfuerza por evitar la quiebra. La jefa del FMI, Christine Lagarde, ha indicado que, en total, los occidentales donarán a Ucrania 40.000 millones de dólares, incluido el dinero aportado por la UE, Estados Unidos y la Banca Mundial. Una ayuda que no podrá ser recuperada en su totalidad, ya que serán inevitables ciertas pérdidas.

Pérdidas de los acreedores

«No habrá suspensión de pagos, pero los acreedores deberán poner algo también de su parte y, como mínimo, aplazar la devolución de los préstamos», explica desde Kiev Olena Bilan, de la sociedad de inversiones Dragon Capital.

Pero Rusia no está por la labor. «No estamos dispuestos a retrasar los pagos o a reducirlos» dictaminó esta semana el ministro de Finanzas Anton Siluanov. «Esperamos un reembolso de todos los compromisos de Ucrania este año, en diciembre», afirmó. Y es que el gobierno ruso hace frente al peligro de recesión mientras se enfrenta a un déficit estimado en 30.000 millones de euros debido a la caída de los precios del petróleo.

Por otra parte, la deuda exterior ucraniana, agravada por la caída de su moneda, ha superado el 60% de su producto interior bruto. Lo que le hace tanto más difícil devolver una deuda que Moscú sin duda va a reclamar a finales de este año.

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