El islam agrieta el paisaje político francés

Nicolas Sarkozy ha abierto un debate de fondo, defendiendo un modelo de «asimilación» contra una «integración que considera «fracasada»

El islam agrieta el paisaje político francés jp quiñonero

Juan Pedro Quiñonero

A izquierda y derecha, el islam de Francia se ha convertido en un arma política arrojadiza, abriendo nuevas grietas en un paisaje político cambiante.

A la derecha, Nicolas Sarkozy ha abierto un debate de fondo, defendiendo un modelo de «asimilación» contra una «integración que considera «fracasada». Sarkzozy se pregunta: «¿Debemos continuar recibiendo inmigrantes cuando la integración está fracasando? Quizá sea preferible un nuevo modelo, a través de la asimilación, exigiendo un conocimiento de la lengua y la cultura del país donde llegan los nuevos inmigrantes».

En el mismo consejo nacional de su partido, la Unión por un movimiento popular (UMP), su principal rival, Alain Juppé, exprimer ministro de Jacques Chirac, conservador histórico, responde a Sarkozy de este modo: «La asimilación es un concepto criticable. Yo defiendo la integración feliz».

A la izquierda, el presidente François Hollande y su primer ministro, Manuel Valls, defienden en teoría la misma tesis ante los musulmanes franceses. En la práctica, el uno y el otro ponen énfasis en cuestiones potencialmente distintas.

Hollande parece defender una tesis tradicional de la izquierda cultural: «El islam es compatible con la democracia. Debemos ayudar a los musulmanes a defender la laicidad». Valls, por el contrario, defiende una línea un poco más dura: «En Francia hay muchos guetos que se parecen mucho al apartheid económico, social y cultural».

A la izquierda hay dos grandes familias. La izquierda cultural estima que el islam es una «oportunidad» para Francia. La izquierda tradicional, por el contrario, teme los riesgos de «enfrentamientos» en unos 780 guetos urbanos oficialmente repertoriados.

En términos puramente electorales, la división de izquierdas y derechas parlamentarias favorece al Frente Nacional (FN, extrema derecha) de Jean-Marie y Marine Le Pen, que defiende una línea muy hostil contra los «comunitarismos», que es una forma elíptica de atacar los «guetos musulmanes».

En Francia no hay oficialmente estadísticas étnicas ni religiosas. Pero se calcula oficiosamente, desde hace años, que entre 5 y 6 millones franceses son musulmanes. Según una encuesta publicada por el vespertino católico «La Croix», el 71 % de los musulmanes franceses son practicantes. Entre los franceses musulmanes practicantes, los extremistas pudieran ser un 10 o un 15 %. Según el ministerio del Interior, los franceses musulmanes sospechosos de tentaciones yihadistas encarcelados serían unos 500.

Marcel Gauchet, director de la revista «Le Debat», el islam francés está dividido, a su vez, en familias de distintas: «Hay un islam 'comunitarista', un islam 'identitario', otro fundamenalista y un último sencillamente yihadista. Esas diferentes sensibilidades musulmanas no siempre se entienden entre ellas. Por nuestra parte, es necesario reafirmar que algunas visiones religiosas musulmanas son incompatibles con los principios de igualdad que constituyen la piedra angular de nuestra civilización'.

El islam agrieta el paisaje político francés

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación