La (no tan) «feliz» yihad de Al Shabab
Un vídeo propagandístico del grupo radical somalí muestra bucólicas escenas de sus combatientes sin ninguna mención a las últimas muertes entre la cúpula militar
De forma casi paralela al anuncio de la muerte de Yusef Dheeg , uno de los principales militantes del grupo islamista de Al Shabab, la milicia somalí ha hecho pública una nueva grabación donde muestra el «feliz» devenir de sus combatientes en las zonas bajo su control.
El vídeo, según radio Al Andalus, emisora oficial de los islamistas, pretende mostrar la ausencia de «miedo o hambre» entre sus correligionarios en la región de Lower Shabelle. En él, se observan «bucólicas» escenas donde los milicianos se bañan en un río, preparan la comida o rezan de forma comunitaria. Irónicamente, su lanzamiento coincide casi en el tiempo con la muerte de Dheeg, jefe de operaciones externas de Al Shabab y cuya deceso en un ataque con «drone» (avión no tripulado) por parte del Ejército estadounidense fue confirmada ayer por el Gobierno de Somalia. Tampoco se informa del fallecimiento de Tahlil Abdishakur, jefe de la Amniyaat (Inteligencia del grupo), en otro ataque, en este caso en diciembre, desde los cielos.
Desde que pasado mes de septiembre, Mukhtar Abu Zubeyr, conocido como Ahmed Godane, líder de la milicia islamista , perdiera la vida en una acción armada lanzada por fuerzas estadounidenses en las cercanías de la base del grupo en Barawe, a unos 200 kilómetros de la capital, Mogadiscio; Al Shabab se enfrenta a una creciente crisis de identidad y liderazgo. Sobre todo, en una organización tejida a imagen y semejanza de uno de los huesos duros del islamismo radical.
Por ello, y ante el continuo flujo de yihadistas somalíes que prefieren unirse a los combates en Irak o Siria junto al Estado Islámico en lugar de su propio país, la maquinaria propagandística se agita, con numerosas grabaciones de la mano de Al Kataib (considerado el gabinete de Prensa del grupo rebelde). Por ejemplo, en agosto pasado, un vídeo, el primero emitido en alta definición por la milicia, mostraba cómo fue repelido el intento de liberación del rehén francés Denis Allex , quien finalmente sería ejecutado. No obstante, el operativo se remontaba nada menos que a enero de 2013.
La huella de «Al Amriki»
Históricamente, el encargado de los vídeos propagandísticos de Al Shabab era el estadounidense Omar Hammami, conocido como «Al Amriki». Oriundo de Daphne (EE.UU.), Hammami comenzó a fraguar su fama en los foros islamistas en 2006, fecha en la que se mudó a Somalia para incorporarse a la lucha armada de Al Shabab.
El ascenso dentro del grupo no pudo ser más excelso, al encargársele a los pocos meses la misión de capitanear a los combatientes extranjeros. ¿Entre las principales acciones que se le atribuyen? La orquestación, en octubre de 2008, de un atentado simultáneo ocurrido en las localidades de Bosaso y Hargeisa donde fallecieron 30 personas.
Un currículum de sangre que, cuatro años después, servía para que su cabeza fuera incluida en la lista de los más buscados del FBI, a un precio de cinco millones de dólares.
Y en ocasiones, hasta a ritmo de rap. Ya en en 2010, «Al Amriki» publicaba la canción «Vamos a golpear a Estados Unidos hasta que se arrodille». Al año siguiente, le seguirían otros dos éxitos dentro de los foros islamistas: «Envíame una bomba de crucero» y «Haz la yihad conmigo».
No obstante, a mediados de marzo de 2012, al Amriki aseguraba en un vídeo temer por su vida ante las desavenencias con la cúpula militar sobre la interpretación de la ley islámica. Aunque la veracidad de la emisión fue desmentida por Al Shabab, en diciembre, el grupo denunciaba la «narcisista búsqueda de fama» del miliciano.
Un año después, en septiembre de 2013, el «terrorista rapero», como se le conocía en los foros, perdía la vida en un enfrentamiento interno con milicianos de Al Shabab en la región de Gedo, suroeste de Somalia.