La familia del piloto jordano pidió clemencia sin saber que ya había sido ejecutado
A pesar de que Muad al Kasaesbe fue asesinado por el Estado Islámico el 3 de enero, sus familiares no habían perdido la esperanza de que siguiera vivo y fuera puesto en libertad
![La familia del piloto jordano pidió clemencia sin saber que ya había sido ejecutado](https://s2.abcstatics.com/Media/201502/03/familia-piloto-jornado--644x362.jpg)
El asesinato del piloto jordano Muad al Kasaesbe por parte de los terroristas del Estado Islámico es la última de una serie de barbaries cometidas por el grupo terrorista, que desde mediados de 2014 ha emprendido una mediática campaña de secuestros y ejecuciones. A pesar de que esta nueva ejecución atroz fue cometida el pasado 3 de enero, no ha sido hasta el día de hoy cuando se ha difundido mediante un vídeo . Según ha confirmado un familiar del rehén a la agencia de noticias Reuters, el jefe de las Fuerzas Armadas de Jordania ha comunicado a la familia del piloto el fatal desenlace.
El 25 de diciembre de 2014, día que Kasasbeh cayó en manos del Estado Islámico al ser derribado su caza en la provincia de Al Raqa, en Siria, su familia emitió un vídeo pidiendo clemencia. En el mismo, un hermano del piloto aparecía rogando a los yihadistas que «como hermanos musulmanes» protejan la vida del apresado. «Vosotros sois musulmanes y él es un hermano musulmán. Un verdadero musulmán que reza todas las oraciones y ayuna en el mes del Ramadán», espetaba acto seguido.
El padre del piloto también pidió la liberación de su hijo, recordando a sus captores que su hijo comparte la misma fe que el grupo yihadista. «Dirijo un mensaje a nuestros generosos hermanos del Estado Islámico en Siria: que traten a mi hijo, el piloto Muad, con hospitalidad generosa. Pido a Dios que sus corazones se llenen de amor y que lo devuelvan a su familia, a su esposa y a su madre».
También el Gobierno de Amán conservaba la esperanza y por eso, según aseguró el rey Abdulá II «estaban haciendo todos los esfuerzos posibles». Jordania mantuvo su disposición a liberar «a cambio de nuestro hijo y héroe», según el portavoz del Gobierno, Mohamed Al Momani, a la presa de Al Qaida Sajida Al Rishawi, condenada a muerte por su implicación en los atentados contras tres hoteles de la capital jordana en 2005 en los que murieron 57 personas, pero solicitaba antes una prueba de vida, que tras saber cuando fue asesinado, era totalmente imposible.
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