Cameron promete que si gana su primera medida será reducir las ayudas sociales
Quiere imponer un tope máximo de 30.700 euros al año y destinar el ahorro a contratos de aprendizaje
A cien días para las elecciones generales del próximo mayo, los líderes británicos ya están en precampaña constante. David Cameron lanzó ayer su primera gran promesa electoral, insólita a ojos vista españoles. Lo que anunció el primer ministro conservador es que si gana los comicios su primera medida será bajar a 30.700 euros anuales el tope de ayudas sociales que puede recibir una familia. Además retirará las subvenciones para vivienda a los jóvenes en paro de entre 18 y 21 años.
Cameron ya había fijado en 2012 un techo máximo de 34.700 euros anuales para las ayudas sociales en Reino Unido, que siguen siendo muy generosas, contradiciendo el tópico de quienes aseguran que los gobiernos de Thatcher arrasaron el Estado del bienestar. El primer ministro vendió sin complejos su propuesta en una entrevista con «The Daily Telegraph» : «Fijar un techo a las subvenciones ha sido un éxito. Ha devuelto al mercado laboral a un montón de gente. Decían que tendría todo tipo de efectos negativos, pero lo que provocó fue un estampido hacia las oficinas de empleo». Ciudadanos que habían renunciado a trabajar porque contaban con un buen subsidio se vieron obligados a intentar volver al mercado. La medida en su día contó con las simpatías de muchos británicos, porque observaban que algunos de sus vecinos, parados de larga duración, vivían tan bien como ellos sin trabajar, con viajes vacacionales incluidos.
Cameron quiere destinar lo que ahorre en ayudas sociales a un plan para crear tres millones de empleos para aprendices a lo largo de la legislatura, que costaría 400 millones de euros al año. Con el nuevo techo de ayudas se ahorrarán 180 millones, y el resto, hasta cubrir los 400, se conseguirá con la retirada de las subvenciones a la vivienda de los jóvenes de 18 a 21. En la defensa de apoyar a los aprendices, el primer ministro incluso invocó a Dios: «Tenemos que asegurarnos que todo el mundo tiene la oportunidad de emplear los talentos que le ha dado Dios».
Encuestas igualadas
Por su parte el líder laborista, Ed Miliband, ha cogido como bandera la defensa de la calidad del Servicio Nacional de Salud (NHS). Acusa a los conservadores de desmantelarlo y promete otorgarle una dotación extra de 3.300 millones de euros hasta 2020.
Las encuestas están muy igualadas. El Partido Nacionalista Escocés, que aspira a unos resultados históricos, se podría convertir en el fiel de la balanza y hacer primer ministro a Miliband. Por su parte el eurófobo UKIP ha anunciado que apoyaría a Cameron para evitar un gobierno laborista. La mejor bandera de los conservadores es la economía. Ayer se supo que el país creció un 2,6% el año pasado, un 1,7% por encima de lo esperado. El paro está en el 5,8%, con 1,9 millones de desempleados sobre una población de 61 millones.
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