La Fiscalía pide 26 años de cárcel para Schettino por el naufragio del Costa Concordia
«Fue un incauto idiota. Que Dios tenga misericordia de Schettino, porque nosotros no podemos tener ninguna», señalan los fiscales que piden su vuelta inmediata a la cárcel porque «existe peligro de fuga»
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A 26 años y tres meses de prisión se eleva la petición de la Fiscalía para el capitán del Costa Concordia , Francesco Schettino , por el naufragio del crucero frente a la isla del Giglio que se cobró la vida de 32 personas el 13 de enero de 2012.
«No es una pena exagerada», ha señalado la fiscal María Navarro tras presentar la petición de condena en una audiencia en Grosseto en la que no estuvo presente el capitán del Concordia. «Fue un incauto idiota. Que Dios tenga misericordia de Schettino, porque nosotros no podemos tener ninguna», señaló Stefano Pizza, otro de los fiscales.
La Fiscalía pide para Schettino nueve años de prisión por el hundimiento, otros 14 por homicidio y tres por abandono de la nave, a los que suma tres meses por no comunicar el accidente a las autoridades competentes, y solicita su regreso inmediato a la cárcel porque «existe peligro de fuga». También pide la inhabilitación legal durante toda la duración de la condena y la inhabilitación profesional durante 5 años y 6 meses.
En su alegato, al que siguieron las peticiones de pena, el fiscal Pizza afirmó que lo de Schettino ha sido «una culpa consciente» y que «ha sumado la figura del incauto optimista y la del hábil idiota para dar como resultado la del incauto idiota».
El fiscal excluyó en sus conclusiones el error del timonel, al que acusaba Schettino, por considerar que «se trata de un hecho irrelevante».
Sobre el hecho de que no fuera el último en abandonar el barco, la fiscalía concluyó que «por parte del comandante no sólo es una obligación dictada por la antigua arte marinera, sino un deber jurídico que se basa en el reducir al mínimo los posibles daños a las personas».
Además, alegaron que el comandante «no comprobó si la ruta era segura» y que «condujo el barco a 16 nudos teniendo la proa perpendicular a la isla» , «no siguió las buenas reglas del arte marinero para evitar el fondo marítimo» y «falta de comunicación a intervalos de la posición de la nave», entre otras cosas.
Entre otras comunicaciones, la fiscalía leyó como prueba el testimonio de uno de los oficiales del Costa Concordia, Stefano Iannelli, que desembarcó en la lancha de salvamento junto con Schettino, y que explicó que el comandante «se quedó en la costa observando cómo el barco se hundía».
El juicio contra Schettino, que comenzó el 17 julio de 2013, proseguirá con las conclusiones de los 35 abogados de las partes civiles y del abogado del comandante, que se ha reservado los días 5 y 6 de febrero para su alegato. Se espera un veredicto en este mes de febrero.
En un proceso paralelo sobre el naufragio del Concordia ya fueron pronunciadas penas de 23 meses y 18 meses a los oficiales Ciro Ambrosio y Silvia Coronica, respectivamente; de 20 meses al timonel Jacob Rusli; de 30 al jefe de a bordo, Manrico Giampedroni, y de 34 meses a Roberto Ferrarini, jefe de la unidad de crisis en tierra de Costa Cruceros, la naviera propietaria.
En un principio, la defensa de Schettino había solicitado pactar la pena como el resto de imputados para evitar la condena máxima de 20 años de prisión que afronta el capitán, pero el fiscal rechazó esta posibilidad.
El Costa Concordia se acercó demasiado a la costa de la isla del Giglio la noche del 13 de enero de 2013, en una maniobra del capitán, chocando contra un escollo. El rescate de los pasajeros fue tardío y caótico, según los testigos, y en él fallecieron 32 personas de distintas nacionalidades, entre ellas un español. El barco, que quedó semisumergido, fue reflotado y transportado en julio al puerto de Génova para ser desmantelado.
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