ENTREVISTA CON Nikos Déndias, ministro de Defensa
«Las reformas debían haberse hecho durante la época de abundancia»
Déndias espera «que los ciudadanos aprecien los grandes esfuerzos realizados desde junio de 2012»
Níkos Déndias es un abogado de la isla de Corfú (mar Jónico). Es diputado y ha sido ministro de Justicia, de Orden Público y de Defensa en dos gobiernos conservadores. Se presenta ahora por la segunda circunscripción de Atenas.
-El Gobierno y usted personalmente han luchado para cambiar la administración pública y para realizar las reformas que necesita un estado europeo. ¿Cree que esto tendrá una influencia negativa para su reelección?
-Espero todo lo contrario, que los ciudadanos aprecien los grandes esfuerzos realizados desde junio de 2012 con el objetivo de que el país se mantenga en pie, impulsando las reformas en todos los sectores. La reelección no es el único propósito. Solo existe un camino para que Grecia se mantenga dentro de los países desarrollados, y es la continuación de las reformas y el cambio del modelo de la producción. Por esto estamos luchando.
-¿Por qué el Gobierno no ha podido explicar a los electores la necesidad de las reformas que se están llevando a cabo estos años para que exista un mejor futuro para el país?
-Creo que hasta cierto punto lo hemos conseguido, pero es verdad que no lo suficiente. Hay muchas razones para ello: la mentalidad y las prácticas y la forma de ver las cosas que se encuentran profundamente enraizadas no se pueden cambiar de un día al otro. Al mismo tiempo, tuvimos que enfrentarnos al populismo de la oposición. Decían que la crisis era artificial y se negaban a examinar las razones profundas de la crisis. Se aprovecharon y cultivaron el enfado de los ciudadanos, quienes veían como su nivel de vida se derrumbaba. De esta manera convencieron a una gran parte de la sociedad de que la crisis fue el resultado de los programas de ajustes y reformas, cuando ocurrió lo contrario. Los programas de reformas fueron el resultado de la crisis. Dentro de la confusión, del dolor, de la ansiedad que trajo esta gran y repentina caída del nivel de vida le era difícil al ciudadano distinguir la causa del resultado. La verdad es que las reformas deberían haberse hecho mucho antes, durante la época de abundancia.
-El problema de la inmigración sigue siendo enorme y existe el peligro de que sea aún más difícil de controlar con un Gobierno distinto.
-El inmenso problema de la inmigración tiene tres factores más allá de la dimensión económica. Se trata de un problema humanitario, uno de seguridad interior y uno de seguridad nacional, debido a que con esas corrientes de inmigración los yihadistas pueden moverse y regresar a Europa. Nada de todo eso tiene soluciones fáciles o dogmas simplificados del estilo «blanco y negro». Hoy se necesita esta alerta y que exista una cooperación completa entre los países de Europa. También debe de cambiar el marco de la política de migración para que sea más justo hacia los países del sur de Europa que son los que reciben las oleadas de inmigrantes. El sur europeo debe verse aliviado de esta presión y recibir ayuda, sino llegará al punto de no poder hacer frente a sus obligaciones.
-En caso de que Syriza gane pero no logre crear un Gobierno, ¿podrá Nueva Democracia organizar un frente común para los próximos meses sin llegar a unas segundas elecciones?
-Espero que Syriza no sea el partido vencedor y que no sea necesario que se convoquen nuevas elecciones.En general siempre creí y sigo creyendo que ND, como partido de orientación europea, que se sitúa básicamente en la centroderecha, podría encontrar puntos de convergencia y de contacto con todo el espectro político, desde la derecha no fascista hasta el centro izquierda socialdemócrata.