Grecia
Las limpiadoras revolucionarias
595 limpiadoras del Ministerio de Finanzas griego luchan por recuperar unas condiciones laborales que consideran «justas»
Hace unos años el programa de recortes y reformas del estado griego incluía una serie de despidos de empleados estatales, que comenzaban con una «disponibilidad laboral» pagada con dos tercios del sueldo durante varios meses y en caso de no conseguirse otro trabajo estatal, un despido final. Afectó entre otros muchos trabajadores a un grupo de 595 limpiadoras del Ministerio de Finanzas.
Las limpiadoras estaban bien pagadas (comparadas con los sueldos del sector privado, especialmente durante esta crisis) y fueron sustituidas por una empresa de limpieza que era mucho mas barata para el estado. Pero apelaron y consiguieron que el Tribunal de Primera Instancia sentenciara que volvieran a ser contratadas con contratos indefinidos. El Ministerio apeló y consiguió que fuera suspendida la sentencia hasta la decisión final del Supremo. La sentencia, que se publicará el 25 de Febrero, confirma que la medida de la disponibilidad y el despido (para quien no se jubila o es colocada en otro organismo estatal) es necesaria debido a la situación del país.
Sentada ante el Ministerio de Finanzas
Desde que se dio a conocer la decisión de la disponibilidad laboral y posible despido,en septiembre del 2013, María Tsitsiku, de 62 años, trabajaba cuatro horas al día en uno de los edificios del ministerio con 600 euros al mes y sigue cobrando 400 al seguir en «disponibilidad laboral» y va con otras compañeras a sentarse a la puerta del Ministerio de Finanzas todos los días. La disponibilidad originalmente era sólo para ocho meses, pero la sigue cobrando hasta que termine el proceso judicial. María no recibirá jubilación al no haber trabajado cotizando los suficientes años, pero lo que quiere es «seguir trabajando hasta los 67 años». «Desde que perdí el trabajo tuve que dejar mi piso alquilado y estoy viviendo con mi hijo mayor. Mire que vergüenza, tener que imponerme en su vida a mi edad».
Lo dice bien claro: «La única esperanza que tenemos las 240 limpiadoras que hemos quedado del total de 595 es que gane el partido Syriza. No les pedimos un favor, solo que se respete la decisión del Tribunal de Primera Instancia que nos dio la razón a nosotras y volver a nuestro trabajo. Es un asunto político: el gobierno saliente ya dijo que no nos volverá a contratar y Syriza promete hacer justicia».
Su compañera Litsa Tzarkada, de 52 años, está en las mismas condiciones. Cuenta con tristeza como «en los ministerios están las compañías de limpieza que pagan a las chicas 300 euros al mes, trabajando hasta 13 horas diarias, sin seguridad social y nadie controla esto». Ha constatado que «ya no nos golpean los policías y nadie se ocupa de nosotras porque para las autoridades somos un caso perdido».
Promesas de los radicales
Los diputados radicales Dimitri Stratúlis y A Mitropulu han declarado que «el gobierno decidió golpear a una de las secciones de los trabajadores más vulnerables y militantes e invita a los trabajadores y sindicatos que apoyen a las limpiadoras». Dejan bien claro que el partido radical Syriza se compromete políticamente, siempre que con su lucha y el voto del pueblo lleguen a gobernar el país, a reinstalar en sus trabajos a todos los que han sido despedidos por la aplicación del programa de reformas que consideran «anticonstitucional».