Los otros suicidios sospechosos en Argentina
La muerte del fiscal Nisman se suma a la lista de fallecimientos dudosos en tiempos de Menem: Horacio Estrada, Alfredo Yabrán, Marcelo Cattaneo y Lourdes di Natale
![Los otros suicidios sospechosos en Argentina](https://s1.abcstatics.com/Media/201501/20/yabran-alfred--644x362.jpg)
No es extraño que la corrupción en Argentina vaya acompañada de algún suicidio. Tampoco lo es que la sociedad desconfíe de esta figura tan recurrente en los grandes escándalos de las últimas décadas que salpican a los gobiernos de turno. En rigor, a los peronistas de Carlos Menem y ahora de Cristina Fernández de Kirchner. La muerte del fiscal especial para el caso del atentado contra la mutual judía AMIA, Alberto Nisman , que acusó a la presidenta de complicidad con el terrorismo iraní por cambiar impunidad por favores comerciales , se suma a la lista de esas muertes dudosas que la versión oficial identifica como suicidio.
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El capitán de navío Horacio Estrada apareció muerte de un balazo en la sien . El hombre se había descerrajado un tiro. Su mano derecha se había quedado agarrotada sujetando el arma. Estrada, se supo después, era zurdo pero dijeron que fue un suicidio. El militar estaba involucrado en el escándalo que sacudió el tramo final del Gobierno de Carlos Menem: el contrabando de armas desde Argentina a Ecuador y Croacia durante la guerra que ambos países libraban en su territorio. Ecuador en el Alto del Cenepa por una diferencia limítrofe con Perú y Croacia en la ex Yugoslavia.
El empresario era visto como el poder dentro del poder en época de Menem
Alfredo Yabrán, con orden de detención en su contra, se había refugiado en una casa en el campo. Buscó una escopeta y se reventó la cabeza. Su rostro quedó irreconocible. Era el 20 de mayo de 1998. Yabrán estaba considerado el poder dentro del poder en el Gobierno de Menem, un empresario que había hecho una enorme fortuna y había logrado durante mucho tiempo mantener su imagen en el anonimato. El fotógrafo José Luis Cabezas, le sacó del ostracismo al retratarle en traje de baño paseando por una playa de la costa Atlántica. A partir de ese momento la vida de Yabrán, fácilmente reconocible por las calles, cambió.
La de José Luis Cabezas se cortó con un brutal asesinato . Su cuerpo apareció calcinado en un coche. La Justicia apuntaba a Yabrán como autor intelectual del crimen del fotógrafo. Ese motivo se atribuyó a su presunto suicidio . El cuerpo de Yabrán, irreconocible, no se mostró. La longitud de sus brazos y el tamaño del cañón hacían imposible que se disparase. Fue cremado y la leyenda, hasta el día de hoy, insiste en que está vivo. El exministro Domingo Cavallo, en rigor, fue el primero en señalar a Yabrán como un sujeto oscuro vinculado al tráfico de drogas, armas y lavado de dinero.
Marcelo Cattaneo apareció ahorcado en un descampado donde había una caseta, con un recorte del periódico «La Nación» en la boca. Su muerte, en 1998, se clasificó como un suicidio. Cattaneo era hermano de Juan Carlos Cattaneo, ex subsecretario general de la Presidencia. De telón de fondo estaba la causa IBM-Banco Nación , uno de los casos emblemáticos de corrupción de la etapa de Menem, que terminó demostrando el pago de sobornos de más de 37 millones de dólares a directivos del mencionado banco por contratar a la firma para informatizar la entidad.
Incredulidad
Lourdes Di Natale era secretaria de Emir Yoma , cuñado del por entonces presidente Carlos Saúl Menem y uno de los hombres fuertes del poder. La joven, de 43 años, fue una pieza clave para lograr descifrar la trama del contrabando de armas que le amargó la despedida del Gobierno a Menem y le tuvo recluido cuatro meses en arresto domiciliario en la localidad bonaerense de Don Torcuato. Di Natale lo denunció todo en 1998. Cinco años más tarde los vecinos encontraron su cuerpo, en ropa interior y cerca de una mano un cuchillo de sierra de cocina. Su muerte también fue considerada un suicidio y, una vez más, la incredulidad se extendió por buena parte de la sociedad.