entrevista con Beppe grillo, político y cómico italiano
«Los expertos europeos quieren vender Italia a los bancos y multinacionales»
El líder del movimiento «Cinco Estrellas» prometió la destrucción de la política tradicional en Italia y ahora trata de mantenerse a flote con la petición de un referéndum sobre el euro
Beppe Grillo es como uno se lo imagina: un tipo de mirada viva que no para de gesticular intentando hacer chistes con cada palabra. Desde que irrumpió en política en 2009, este cómico grandón y melenudo de 66 años ha pasado de ser el centro de la escena italiana a casi difuminarse en el Parlamento Europeo dentro del grupo de los euroescépticos de derecha. Él insiste ahora en un referéndum contra el euro y promete que dentro de poco se irá a su casa para vivir con su familia como un padre bondadoso, después de haber puesto en marcha lo que considera un experimento de «hiperdemocracia». «Estamos dentro (del Parlamento) -dice-, pero no somos la causa. Los partidos tradicionales ya no existen. Se han coaligado contra esto que estamos haciendo porque han comprendido que es su final. Tenemos en contra todo el sistema. Pero nosotros tampoco sabemos qué pasará con este experimento».
-En España se dice que los experimentos, mejor con gaseosa.
-Nosotros no estamos desperdiciando el champán. Estamos probando un pensamiento, puede que sea demasiado anticipado, pero no está equivocado. Lo que es evidente es que el sistema actual ya no funciona: millones de gentes sin trabajo, la deuda que se acumula, diez millones de familias en la pobreza. ¿Cuál es el plan B al euro y las políticas de austeridad? El único plan B es lo que decimos nosotros: la autodeterminación sicológica, recuperar la soberanía sicológica.
-¿Por qué su sistema va a funcionar mejor?
-Para empezar, ya no va nadie a votar. Vota solo el 40%, y al 60% ni le interesa quién manda. La gente vive el día a día. Nadie piensa en grande. Hemos basado un sistema sobre el crecimiento, cuando el crecimiento ya no existe. Cuanto más avanzamos, más se ensancha la brecha entre ricos y pobres y eso lleva a la guerra civil, al desastre, al desorden social. El problema de los problemas es la distribución de la riqueza, y nosotros proponemos una renta ciudadana como base para salvar a los más débiles. Hace años que sufrimos el mismo problema que conocían desde hace tiempo en el tercer mundo: como no podemos devaluar la moneda, los salarios tienden inevitablemente hacia la baja y ahora llegará el turno de bajar las pensiones, deteriorar la sanidad y reducir el sueldo de los funcionarios. Y si se tocan esas tres cosas será la guerra civil.
-Los economistas dicen que no se puede gastar más de lo que se tiene.
-¿Quién lo dice? Nosotros estamos atrapados por los criterios del déficit. Los ayuntamientos tienen dinero pero no pueden hacer inversiones porque lo impiden esos criterios. De lo que se trata es de favorecer la venta de Italia. Los expertos europeos están catalogando todo lo que tenemos para llevárselo ¿entiende? Hospitales, escuelas, agua, luz, gas, todo se está vendiendo y se está comprando.
-¿Quién lo compra?
-Fondos de inversión, bancos, multinacionales...
-Pero el Estado necesita dinero para financiar sus políticas sociales.
-Por eso debemos hacer algo. El sistema público está siendo desmantelado para hacerlo privado. La comunicación está atacando determinados sectores para desmantelarlos. Así pasa en Roma: como deben recortar el número de funcionarios primero hacen una campaña denigratoria contra lo público de manera que atraigan la atención de la opinión pública. Y luego hacen los recortes.
-Usted tiene muchas propuestas para dirigir el país, pero no para impedir las deserciones en su propio movimiento.
-Nosotros nacimos con el principio de estar dos legislaturas en el Parlamento y después ¡a casa!. De reducir el sueldo, y hay algunos que se quejan de que cinco mil euros al mes no es lo mismo que veinte mil, como esperaban. Y entonces se inventan que si el partido tal, que si la democracia ya no existe, etc. Pero son problemas personales que yo entiendo. ¡Por el amor de Dios!. Nosotros firmamos un código de comportamiento, cuatro o cinco reglas, y si lo infringes, pues te vas. Y la Constitución dice claramente qué significan los mandatos parlamentarios, pero como el Parlamento se ha convertido en un mercado de vacas, ya no tenemos democracia.
-Usted comparte muchas ideas con Podemos.
-Creo que nuestras relaciones están afectadas, porque probablemente ellos tienen de mí una información falseada, porque lo que se dice de mí en otros países, en Francia o en España, está totalmente manipulado. Que si vengo de la extrema derecha, que soy homófobo, que soy el jefe de una estructura de mando piramidal antidemocrática y un saco más de cosas. Yo quiero tener un contacto con Podemos, con este muchacho, y le tengo que demostrar primero quién soy y verá entonces que somos muy parecidos.
-Puede ser porque han elegido un grupo en el Parlamento Europeo que está claramente en el populismo antieuropeo de derechas.
-Hemos hecho una asociación en ciertos temas con este grupo, como la democracia de base, y con Nigel Farage estamos completamente de acuerdo en esa cuestión.
-Pero Nigel Farage, su socio, es antieuropeo.
-Si, y nosotros no lo somos. Estamos en contra del euro, eso sí. Y de todos modos tenemos nuestro programa y él el suyo. Si no estamos de acuerdo con una cosa, no la votamos. Y, de todos modos era la única opción que teníamos para formar grupo en el Parlamento, no teníamos alternativa.
-¿Y qué le parece Syriza?
-De Alexis Tsipras se dice que es de un partido de izquierdas, pero si gana las elecciones tampoco hará falta un partido de derechas. ¿Qué quieren? ¿Una renegociación de la deuda? Eso es algo que hemos puesto sobre la mesa hace tiempo, y no nos han hecho ni caso. Por eso hemos contestado con un referéndum para salir del euro. Y eso no es una posición contra Europa, sino por una soberanía monetaria. Tsipras no hace eso, él ha aceptado ya el sistema de la Europa monetaria. Quiere discutir la deuda, que es algo que se puede discutir en diez minutos. O es un ingenuo o no le importa Grecia.
-¿Conoce a Mario Draghi?
-No, nunca he hablado con él. Pero le diría que, desde que hemos entrado en el euro, todos los parámetros han ido a peor. La producción industrial ha disminuido el 25% en Italia y ha aumentado el 26% en Alemania. Es como si un tercio de nuestras empresas se hubieran trasladado a Alemania. ¿Qué hacen Draghi y la troika? Porque una parte de la deuda italiana la tienen los bancos alemanes. Pues bien, primero le quitamos el dinero y luego la llevamos a la quiebra. Primero nos impusieron a Mario Monti, que comenzó este proceso y luego nos mandaron a ese ¿cómo se llama? ¡Ah si! Enrico Letta. Fíjese que ya ni se acuerda uno. Siguen dando dinero a los bancos. Y yo les digo ¿Por qué no me lo ponen en mi cuenta corriente?
Noticias relacionadas