La determinación de Hollande acaba con su imagen de «flojo»
Su firmeza ante el terrorismo puede ayudarle a remontar su baja popularidad
François Hollande ha conducido con gran firmeza y pericia política y policial las operaciones de búsqueda, captura y ejecución de los yihadistas que han sembrado de sangre y terror el país . Esa pericia y gran estilo personal, ante un desafío sin precedentes, quizá no modifique el abismo de incomprensión y dudas de fondo de la opinión pública. Pero modifica sustancialmente la imagen de un presidente «fofo», «blando» atizada por sus adversarios de izquierda y derecha.
Su más temible rival por a la izquierda, Martine Aubry, dijo de Hollande que era un «picha floja». Dos años y medio de presidencia han confirmado a Hollande como un vigoroso un jefe supremo de los ejércitos . Decidió con rapidez la intervención de Francia en Malí. Con una solitaria determinación militar , que solo tienen los jefes de Estado enérgicos, prestos a defender los intereses nacionales recurriendo a la fuerza armada.
A los pocos minutos de conocerse la matanza en la redacción de «Charlie Hebdo», Hollande se instaló en la posición de jefe supremo de todas las operaciones en curso, policiales, militares y judiciales. Setenta y dos horas más tarde, Hollande reunió en el Elíseo a su jefe de gobierno y a los ministros de Interior, Defensa, Exteriores y Cultura. Dos horas después, las unidades especiales de las fuerzas del orden recibieron el «ok» del Elíseo. La ejecución de los dos asaltos simultáneos podía comenzar. Hollande había dirigido con resolución del principio al fin unas operaciones sin precedentes en la historia de la seguridad de Francia. Su firmeza frente al terrorismo puede ayudarle a remontar su baja popularidad . Aunque esta sea una cuestión que todavía hay que colocar entre interrogantes.
Según los últimos sondeos publicados antes de la crisis, la cota de popularidad de Hollande había subido ligeramente, al pasar de un 80% de opiniones negativas a un 75 % de opiniones negativas.
Hollande espera que la recuperación económica, si termina llegando, le permita reconquistar una parte de su electorado perdido. El presidente será juzgado en las urnas dentro de poco más de dos años . Si el paro decreciese ligeramente, si se percibieran síntomas de una posible salida de la crisis, sus posibilidades mejorarían sensiblemente. Los franceses esperan salir del hoyo de la crisis económica y social. Y, en ese terreno, Hollande todavía tiene mucho por demostrar.
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