Líbano trata de frenar la llegada de refugiados sirios, que superan el millón
El fotoperiodista madrileño Gabriel González-Andrío refleja en un libro la vida de sirios, palestinos e iraquíes acogidos en el país del cedro
Se van a cumplir cuatro años de la sangrienta guerra civil en Siria y Líbano sigue siendo el país que más refugiados acoge entre los que escapan del conflicto. Ante la llegada de más de un millón de ciudadanos sirios las autoridades de Beirut han decidido obligar desde el lunes de esta semana a los que tratan de cruzar la frontera a rellenar un formulario en un intento de poner freno a ese flujo.
El periodista madrileño Gabriel González-Andrío , que llegó a Líbano en el verano de 2013, ha seguido por ciudades, pueblos y aldeas los pasos de los refugiados que llegan de manera «silenciosa y continua» para acabar instalados en el país del cedro. El resultado es el libro «Líbano: tierra de refugiados», que acaba de ver la luz.
Miles de sirios son acogidos por familias, otros se encuentran instalados en campamentos pero otros no hallan mejor alojamiento que viviendas y edificios abandonados. La situación genera a menudo tensiones con la población local.
«Pese a ser un avispero con un futuro incierto, la realidad es que el país ha sabido levantarse, reconstruirse una y otra vez, y modernizarse. Sin embargo, la interminable guerra en la vecina Siria (donde la guerrilla chií libanesa de Hezbolá combate en apoyo del presidente Bashar al-Assad) y la aparición del temido Estado Islámico vuelve a poner en peligro la estabilidad”, afirma González-Andrío.
La situación geográfica de Líbano ha convertido a su territorio en tradicional punto de llegada de erfugiados de diferentes conflictos de la región. Si ahora son en su mayoría sirios, antes fueron palestinos o iraquíes.
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