Los planes de Syriza que irritan a Berlín
La izquierda radical griega no solo propone una política expansiva basada en un gasto incontrolado, sino también dejar de cumplir los compromisos asumidos con la eurozona
Actualizado: GuardarLa izquierda radical griega no solo propone una política expansiva basada en un gasto incontrolado, sino también dejar de cumplir los compromisos asumidos con la eurozona
12345Cancelación de la deuda
El líder de Syriza, Alexis Tsípras, se ha comprometido unilateralmente a cancelar gran parte de la deuda de Grecia (dos tercios de la misma) y a renegociar los términos del permanente rescate económico del país. En todo caso, propone dejar de devolver la deuda hasta que Grecia vuelva a tener desarrollo económico.
Dejar de controlar el gasto público
Los radicales quieren subir el sueldo de los empleados públicos peor pagados y elevar las pensiones para los jubilados. Se niegan a cualquier reforma para aplazar la edad de jubilación. Prometen electricidad, medicinas y transporte gratuitos para los sectores más necesitados, así como bonos de comida para 300.000 familias que viven bajo el límite de pobreza. Quieren reducir los impuestos sobre el combustible y eliminarlos del todo para los mas débiles.
Renacionalización de empresas
Syriza quiere renacionalizar en el futuro la compañía aérea Olympic Airlines y reabrir de inmediato la empresa estatal de radiotelevisión ERT. Propone asimismo la creación de un nuevo banco de desarrollo bajo la tutela del estado y afirman que el rumbo a seguir es la renacionalización de compañías y servicios privatizados.
Subida de sueldos
Syriza quiere subir el sueldo interprofesional mínimo a 751 eurose imponer de nuevo el sistema de contratos colectivos, lo que haría que buena parte del sector privado de la economía no pudiera asumir unos cambios que encarecerían notablemente los costes de producción y reducirían la productividad haciendo así muy difícil la potenciación de las exportaciones.
Dejar de sanear el sector público
La izquierda radical no solo quiere evitar cualquier despido público, sino volver a contratar a los despedidos y crear nuevos puestos estatales, eliminando las recientes reformas sobre la calidad y control de los servicios y del trabajo de los funcionarios. En la actualidad el servicio público tiene unos 600.000 empleados (en un país de 11 millones de habitantes). Asimismo pide mas financiación para la administración local y para el programa de inversiones públicas.