Un grupo de militares intenta un golpe de Estado en Gambia

Un grupo de militares ha intentado este martes un golpe de Estado en Gambia mientras el presidente del país, Yahya Jammeh, se encontraba en el extranjero.

Los amotinados, que se encontrarían presuntamente bajo la dirección del teniente coronel Lamin Sanneh, miembro de la guardia presidencial, atacaron a última hora de la noche el Parlamento y un cuartel militar en el puente de Denton, que conecta la ciudad con el resto del país, aunque la asonada fue finalmente repelida por fuerzas leales al presidente. En el enfrentamiento en las calles de la capital, Banjul, al menos 4 personas han perdido la vida.

Sin embargo, en ese momento, Jammeh no se encontraba en el país africano (algunas fuentes sitúan al mandatario en Francia, aunque otras lo hacen en Dubai).

Desde que asumiera el poder en 1994, el Gobierno de Jammeh ha estado ligado con la polémica de forma más que estrecha. El pasado año, el mandatario anunciaba su intención de retirar a su país de la Commonwealth, 48 años después de unirse a ella.

La decisión fue comunicada en un mensaje televisado a la nación, donde acusó a ésta de ser una «institución neo-colonial». Precisamente, dos años atrás, el presidente gambiano ya había acusado a Londres de respaldar a la oposición antes de las elecciones.

Y no ha sido su único enfrentamiento con la comunidad internacional. Recientemente, Jammeh, por ejemplo, acusaba al colectivo homosexual de ser «alimañas» y aseguraba que su Gobierno se enfrentaría a ellos de la misma manera que combate a los mosquitos de la malaria.

De igual modo, el mandatario (quien entre otras lindezas también asegura que puede curar el Sida) aseveró que su país «no aceptará ninguna amistad, ayuda o cualquier otro gesto (de otros Estados) que esté condicionado a que aceptemos a los homosexuales o la comunidad LGTB, tal y como los han bautizado los poderes que les promueven (…) Por lo que a mí respecta, LGTB significa lepra, gonorrea, bacterias y tuberculosis».