La izquierda de Hollande encara su peor año electoral
Los comicios de departamentos de marzo presagian un descalabro socialista
El año que entra será el de la gran transición y los cambios de la política en Francia. Las izquierdas nunca han estado tan bajas . El centro y la derecha son víctimas del crecimiento del Frente Nacional (FN, extrema derecha) y de otras derechas que han crecido al margen de los partidos políticos tradicionales. Según todos los sondeos y estudios sociológicos, el PS de François Hollande se encuentra en el momento más bajo y falto de credibilidad de su historia.
El FN de Marine Le Pen tiene más intenciones de voto que el PS de cara a las próximas elecciones departamentales del mes de marzo que viene. Si ese pronóstico de todos los sondeos se confirmase, se trataría de un aldabonazo histórico.
El presidente François Hollande es víctima de un doble rechazo, personal y colectivo . A título personal, el jefe del Estado continúa hundido en la peor cota de todos los presidentes de la V República. A título colectivo, Hollande también es víctima de la izquierda socialista, en abierta campaña permanente contra el Gobierno del partido socialista.
Globalmente, todos los partidos de izquierda, PS, PCF Frente de izquierdas (FdI) y Ecologistas suelen obtener entre el 45 y el 48% de las intenciones de voto, mientras que el conjunto de los partidos de centro, derecha y extrema derecha consiguen entre el 52 y el 55 de las intenciones de voto.
Paradójicamente, el hundimiento relativo de las izquierdas y el crecimiento de las derechas no favorece forzosamente a la UMP (Unión por un Movimiento Popular), el partido de Nicolas Sarkozy, víctima del crecimiento del FN y de la aparición de un movimiento conservador de nuevo cuño, la Manif pour tous (MPF), nacida para protestar contra la ley que terminó aprobando el matrimonio homosexual. La MPF exige la abolición de esa ley. Y ese proyecto divide a la UMP entre partidarios y adversarios de tal abolición.
Dilema
La extrema derecha, por su parte, crea a Nicolas Sarkozy dos tipos de problemas: el «robo» de electores y las posibles alianzas. Las familias conservadoras están divididas sobre la posibilidad de aliarse o no aliarse con Marine Le Pen en las elecciones regionales del próximo otoño. Sarkozy intenta adoptar una posición intermedia.
Todas las familias políticas francesas son víctimas de una fragmentación cultural de nuevo cuño. El PS, el PCF, el FdI y los ecologistas viven como una tragedia la conversión del FN en el primer partido obrero de Francia. El FN, por su parte, afronta una división impensable hace unos años: muchos dirigentes reprochan a Marine Le Pen haber aceptado el ingreso en la dirección del FN de varias personalidades homosexuales que participan en la Gay Pride.
Noticias relacionadas
