La Policía de Nueva York pone al alcalde ante su más grave crisis
Aumentan las quejas de que Bill de Blasio no les protegió en las protestas antirracistas
Tras semanas de sentirse desasistidos por el alcalde de Nueva York, el izquierdista Bill de Blasio , los policías de la ciudad han estallado en un abierto enfrentamiento con el regidor de la ciudad a raíz del asesinato de dos agentes el pasado sábado.
El mayor sindicato policial, que el mismo sábado acusó a De Blasio de tener «las manos manchadas de sangre», este lunes denunció la excesiva comprensión del alcalde hacia las protestas callejeras por la muerte de afroamericanos a manos de las fuerzas del orden y por la exculpación de un policía que mató a un negro desarmado en el barrio de Staten Island.
El asesino, Ismaaiyl Brinsley, dijo querer vengar la muerte de los afroamericanos Eric Garner y de Michael Brown , cuyos casos han motivado protestas en todo el país. Brinsley era un negro de 28 años, que se trasladó desde Baltimore hasta el barrio neoyorquino de Brooklyn para cometer el doble asesinato; después se suicidó. Horas antes de su acción había escrito en las redes sociales que iba a vengar a Garner y Brown matando a dos policías.
Le dieron la espalda
Cuando De Blasio acudió al hospital en el que los dos miembros del Departamento de Policía de Nueva York (NYDP) habían ingresado ya cadáveres, diversos compañero de los fallecidos dieron la espalda al alcalde. El domingo, durante una rueda de prensa de la familia del agente Rafael Ramos, de origen puertorriqueño, volvieron a oírse críticas, y este lunes el líder sindical, Patrick Lynch, insistió en presentar la lista de agravios contra De Blasio.
El sindicato recuerda que cuando en noviembre se anunció que no iba a ser imputado el policía que en julio mató a Garner haciéndole una llave de judo, el alcalde dijo que se trataba de «un día doloroso» y asumió parte de las críticas contra la violencia policial. Además, dio una amplia libertad a las manifestaciones que se registraron en las calles, alguna de la cuales acabó con varios oficiales agredidos. En una de las protestas se coreó «¿Qué queremos? Un policía muerto. Ahora».
El exalcalde Giuliani dijo que se había consentido en exceso a los manifestantes
El exalcalde Rudolph Giuliani indicó que acusar a De Blasio del asesinato del sábado es «ir demasiado lejos», pero consideró que había consentido en exceso con los manifestantes y dijo comprender el sentimiento de falta de apoyo que denuncian los policías.
Por otra parte, se ha dado a conocer que Ismaaiyl Brinsley sufría trastornos mentales, había sido detenido previamente en una veintena de ocasiones y fue condenado a dos años de prisión. En la madrugada del sábado Brinsley fue a casa de su exnovia, en Baltimore, y le hirió de un disparo. El asesino le robó el móvil y tomó un autobús para Nueva York. Sus llamadas con el móvil permitieron trazar su recorrido, aunque no dio tiempo a impedir el asesinato de los policías, que se encontraban dentro de un coche patrulla aparcado. Antes de dispararles dijo a los transeúntes: «Mirad lo que voy a hacer».
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