Nada cambiará en el futuro de Cuba mientras los Castro sigan en el poder
Preguntas y respuestas a raíz del anuncio de nuevas relaciones entre Washington y La Habana
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La mezcla de ron y Coca-Cola no tiene necesariamente que terminar en una cubalibre. Durante los próximos meses, Washington y La Habana se proponen regularizar sus relaciones diplomáticas y facilitar algunos vínculos económicos, pero sin eliminar el embargo. A la vista de los antecedentes de China y Vietnam, estos cambios no permiten anticipar el comienzo de una transición democrática para Cuba.
¿Superará Cuba su fallida economía?
La Casa Blanca va a permitir mayores vínculos financieros con Cuba, autorizando el uso en la isla de tarjetas de débito y crédito con cargo a cuentas en instituciones bancarias de EE.UU. En el capítulo clave de las remesas de dinero que los cubanos remiten a sus familiares en la isla, Washington multiplicará por cuatro los límites actuales, pasando de 500 a 2.000 dólares por trimestre. Obama también se dispone a facilitar los viajes a la isla, aunque el turismo permanecerá restringido. El gran problema es que Cuba tendría que hacer toda clase de cambios y reformas para superar su moribunda economía, desde seguridad jurídica a la creación de un mercado interno ahora imposible con un salario medio de 20 dólares al mes.
¿Dejará Cuba de ser comunista?
El régimen mantiene intacto su extremo control sobre Cuba y nada hace indicar la posibilidad de un cambio a medio plazo. El propio Raúl Castro ha recalcado que el acercamiento a EE.UU. no supone renunciar a nada y que el régimen seguirá fortaleciendo la revolución.
¿Quedará reducido el papel de España?
Si hay que hacer sitio en la mesa para más comensales, eventualmente tendría que haber un reacomodo de influencias y cuotas de mercado. En un escenario de mayor competencia, España cuenta con la ventaja de una relación muy especial basada, en parte, en los 500.000 emigrantes que llegaron a Cuba después de la guerra de independencia. Además de las ventajas de compartir un idioma común, mentalidad y contactos.
¿Habrá una Embajada de EE.UU. sin embajador?
En su parte más fácil, el acuerdo negociado aspira en cuestión de meses a restablecer plenas relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba, rotas en 1961. Desde la Administración Carter, ambos países han utilizado secciones de intereses formalmente adscritas a las respectivas embajadas de Suiza en Washington y La Habana. El plan previsto, además de contactos diplomáticos de alto nivel, incluye embajadas propias (aprovechando sus actuales edificios y plantillas). El problema que se anticipa para Washington es disponer de embajada en Cuba pero sin embajador, ya que ese cargo tiene que ser confirmado por el Senado y puede ser fácilmente bloqueado.
¿Los cubanos del exilio se harán con la isla?
En la diáspora cubana existen cubanos dispuestos a invertir en la isla. De hecho, con la liberación parcial del mercado inmobiliario, algunos se están animando a comprar casas. Sin embargo, el régimen no va a permitir mucho más y seguirá aplicando controles como los aplicados a los salarios que pagan las empresas extranjeras en la isla. En la actualidad, esos sueldos son entregados en dólares al Gobierno cubano, que a su vez entrega una pequeña fracción (8%) en pesos a los trabajadores. En última instancia, un acuerdo definitivo entre Washington y La Habana debería incluir alguna fórmula para compensar a los exiliados por las pérdidas de sus propiedades confiscadas.
¿Qué ocurrirá con el embargo?
El embargo impuesto hace cincuenta por Washington seguirá en vigor. Aunque Obama tiene capacidad para modificar algunas restricciones con órdenes ejecutivas, el embargo se encuentra codificado dentro de las leyes de EE.UU. y solo el Congreso puede eliminarlo. El presidente argumenta que ha llegado el momento de un «debate serio» sobre una política de aislamiento que no ha funcionado. En este sentido, el embargo seguirá funcionando como una excusa perfecta del castrismo para justificar todos sus fracasos económicos.
¿Qué futuro espera al régimen tras los Castro?
Fidel Castro tiene 88 años y en 2008 fue relevado por su hermano Raúl de 83 años. De Raúl Castro suele decirse que es un hombre de familia, en comparación con la complicada vida personal de Fidel. Y por eso existen toda clase de especulaciones "dinásticas" con dos figuras de su entorno: el coronel Alejandro Castro Espín (el único hijo de Raúl) y el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas (yerno de Raúl y responsable de GAESA, la rama empresarial de las Fuerzas Armadas cubanas). El hijo de este general es también el nieto favorito de Raúl, a cargo de su servicio de escolta. Por el lado de Fidel, tampoco faltan una serie de hijos relativamente jóvenes con puestos de confianza en el régimen.
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