¿Por qué asesinan a exiliados postsoviéticos en Turquía?
La semana pasada, un disidente de Uzbekistán fue ejecutado en Estambul, el último de una larga serie de crímenes políticos
Últimamente, el disidente uzbeco Abdullah Bukhari solía llevar un chaleco antibalas cada vez que se dirigía al edificio donde trabajaba, la Asociación Ihsan de Solidaridad y Servicios de Aprendizaje, en el extrarradio de Estambul , donde prestaba tareas de orientación religiosa. «Había estado recibiendo amenazas de muerte de los servicios de inteligencia uzbecos durante los últimos tres meses y estaba bajo estrecha vigilancia», ha asegurado al diario turco «Yeni Safak» una persona que le conocía bien, y que fue testigo de su asesinato. «La policía turca sabía de estas amenazas», afirma el hombre.
Pero la semana pasada, por algún motivo, Bukhari decidió salir sin el chaleco ni avisar a ninguno de sus estudiantes de que se dirigía a la sede. La muerte le alcanzó en plena calle, a pocos metros del lugar. «Un pistolero le disparó a corta distancia», explica el testigo. Las heridas recibidas le provocaron la muerte poco después en el hospital.
Tras examinar las imágenes de las diversas cámaras de seguridad de la zona e interrogar a algunas personas presentes en el lugar del crimen, la policía detuvo este fin de semana a un sospechoso, identificado como Z.M., un ciudadano ruso de origen checheno, que en el momento del arresto se encontraba en posesión de un arma como la utilizada en el asesinato de Bukari, así como de un falso pasaporte ucraniano. La pistola ha sido enviada a balística, a la espera de confirmar si en efecto se trata del arma ejecutora.
Este asesinato no es sino el último de una serie de ejecuciones políticas contra exiliados procedentes del espacio post-soviético que han tenido lugar en suelo turco. Entre 2008 y 2011, media docena de islamistas chechenos fueron abatidos en Estambul por pistoleros sospechosos de estar a las órdenes del presidente de Chechenia, Ramzan Kadírov, o del Kremlin. Un intento de asesinar al clérigo checheno Semseddin Batukaev fue abortado por sus guardaespaldas, que lograron reducir al pistolero, cuyo arresto proporcionó un caudal de pistas a los investigadores.
El sicario tenía en su casa una lista con futuros objetivos, entre ellos Vaha Umárov, uno de los hermanos del líder yihadista checheno Dokku Umárov, que fue presumiblemente abatido por las fuerzas de seguridad rusas en marzo de este año. La semana pasada, el presidente Kadírov acusó a Ahmat Umárov, otro de sus hermanos y también refugiado en Estambul, de estar detrás de un atentado contra un retén policial en Grozni a principios de mes.
El año pasado, el empresario checheno Medet Ünlü, autoproclamado «cónsul honorario de la República de Ichkeria» [el nombre que los independentistas chechenos utilizan para referirse a us país], fue acribillado en Ankara. En un primer momento las sospechas se centraron en las fuerzas de seguridad del campo prorruso, pero en un sorprendente giro de los acontecimientos, los familiares de Ünlü aseguran ahora que los responsables podrían ser los propios yihadistas chechenos, debido a su oposición al envío de combatientes chechenos a la guerra de Siria.
«La posición de Ünlü contra la explotación de los chechenos en Siria era muy importante. En la comunidad caucásica en Turquía , era una persona en una posición de liderazgo que corrió el riesgo de posicionarse en contra de esto», afirma ahora su abogado, Erdal Dogan, en una entrevista con la publicación «Al Monitor». «Tenemos serias sospechas de que gente en cargos públicos allanó el camino para el asesinato, y creemos que todavía están impidiendo la detención de los sospechosos», afirma Dogan, en una acusación clara al gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan, que durante los últimos dos años ha apoyado el paso de yihadistas a través de Turquía en un intento de derrocar al régimen del presidente sirio Bashar Al Assad.
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