Primera huelga general en Italia contra Matteo Renzi

Italia está en buena parte se ha paralizado por la primera huelga general que han convocado los principales sindicatos del país contra la política económica, y muy en particular contra la reforma laboral, del gobierno de Matteo Renzi.

La protesta se ha hecho sentir especialmente en la calle, con 54 manifestaciones organizadas por los sindicatos en las principales ciudades del país. La adhesión al paro general de ocho horas ha sido del 70 por 100, según las centrales sindicales, que hablan de «plazas completamente llenas de gente en protesta por la política económica del gobierno».

Algunos incidentes entre manifestantes y policías se han registrado en Turín y Milán. A esta huelga se llega tras el durísimo enfrentamiento que mantiene Matteo Renzi, secretario general del Partido Democrático (PD), con el sindicato mayoritario del país, la Confederación general de trabajadores (CGIL), tradicionalmente ligado a la izquierda y al PD. Los sindicatos protestan de forma especial la reforma laboral, por considerar que supondrá en la practica el despido libre. Matteo Renzi, que no ha querido negociar esta reforma con los sindicatos, por considerar anticuado su sistema, ha manifestado su disgusto por esta paralización del país cuando atraviesa una grave crisis económica: «Los políticos deben tener el coraje de hacer las reformas, sobre todo en Italia, donde es necesario cambiar».

Le ha respondido la líder de la CGIL, Susana Camusso, que ha participado en la manifestación de Turín: «Paralizamos Italia para hacer que vuelva a caminar en la dirección justa. La emergencia en este país se llama trabajo y para éste exista son necesarias políticas adecuadas. No puede ser cualquier tipo de trabajo, sin derechos y sin profesionalidad. El mensaje para cambiar el país es que se debe invertir en trabajo y sobre la calidad».

Los sindicatos prometen más acciones de protestas si el gobieerno se sienta con ellos a negociar. Pero Matteo Renzi no está dispuesto. Los observadores consideran que los sindicatos han realizado una huelga general con clara motivación política para desafiar al gobierno, sabiendo de antemano que no conseguirán nada, porque Matteo Renzi se ha mostrado inflexible en la necesidad y urgencia de una reforma laboral, exigida además por Bruselas y los empresarios.