Obligado a dimitir otro consejero de Hollande
Faouzi Lamdaoui está perseguido judicialmente por el delito de «abuso de bienes sociales»
Faouzi Lamdaoui, consejero personal de François Hollande , se ha visto forzado a dimitir, perseguido judicialmente por el delito de «abuso de bienes sociales». Candidato a la presidencia de la República, Hollande prometió, «una República moralmente intachable». Treinta meses más tarde, seis de sus íntimos políticos se han visto forzados a dimitir o están amenazados por la justicia.
Jérôme Cahuzac , ex ministro del Presupuesto, pasaba por ser el brazo derecho de Hollande en el terreno presupuestario. Tuvo que dimitir, tras revelarse que tenía cuentas en Suiza que había ocultado a la administración fiscal, bajo su tutela administrativa.
Aquilino Morelle escribió varios de los discursos más importantes de la carrera política de Hollande. Tuvo que dimitir como primer consejero político, en el Elíseo, tras la revelación de comportamientos personales que chocaron profundamente.
Thomas Thévenoud fue presentado por Hollande como uno de los hombres más brillantes de su generación. Tuvo que dimitir como secretario de Estado de comercio exterior tras revelarse que llevaba varios años evadiendo impuestos.
Kader Arif fue un íntimo personal de Hollande desde hace muchos años. Ha tenido que dimitir como secretario de Estado para los antiguos combatientes acusado judicialmente de corrupción en diversos grados.
Bajas pasiones
Faouzi Lamdaoui, por su parte, acompañó a Hollande durante muchos años, para terminar convirtiéndose en consejero presidencial para asuntos de la diversidad (cultural). Se ha visto forzado a dimitir acusado de abuso de vienes sociales.
Con la excepción del escándalo Cahuzac, que tiene cierto calado político de fondo, se trata, siempre, de personajes de segundo o tercer nivel, viejos compañeros de Hollande en la larga marcha hacia el Elíseo. Personajes crecidos en medios modestos o muy modestos que, una vez encumbrados hasta los pasillos de los palacios de la República, se han dejado llevar por muy diversas y bajas pasiones.
Aquilino Morelle, por ejemplo, hijo de un emigrante español, cometió el error de hacer venir a su despacho del Elíseo a un limpiabotas de primera categoría. El comportamiento cayó como una bomba fétida. Morelle está escribiendo un libro que él mismo califica de «devastador» contra Hollande.
De chófer a secretario de Estado
Kader Arif ofició de chófer de Hollande durante algunos años. Encumbrado al puesto de secretario de Estado, se apresuró a buscar enchufes para amigos y familiares, con prácticas más o menos mafiosas.
Faouzi Lamdaoui prometía ser un socialista de nuevo cuño. No ha tardado mucho en revelarse en un personaje ávido de influencias y dinero conseguido con facilidad.
En otro plano, otro íntimo de Hollande, el actual secretario general del Elíseo, Jean-Pierre Jouyet, está citado por la justicia, para responder de presuntos delitos de otra naturaleza: filtrar al vespertino «Le Monde» falsas declaraciones difamatorias de François Fillon, ex primer ministro, contra Nicolas Sarkozy. Escándalo muy prometedor en el terreno político.
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