Milicianos de Boko Haram asedian una de las principales ciudades del norte de Nigeria
El ataque a la localidad de Damaturu se produce solo tres días después del atentado contra una mezquita que se cobró más de un centenar de muertos
Milicianos de Boko Haram asediaron este lunes la ciudad de Damaturu, al norte de Nigeria, apenas tres días después de cometer uno de los más sangrientos atentados de su historia reciente .
El ataque comenzó cerca de las 5 de la mañana, hora local, cuando los rebeldes se dirigieron a esta localidad, capital del estado de Yobe y hogar de cerca de 100.000 personas. A medio día, los combates aún continuaban en las calles de la ciudad entre tropas del Ejército y de la milicia islamista.
Precisamente, el viernes, decenas de personas fallecían en Kano, también al norte de Nigeria, en un atentado simultáneo cometido en la principal mezquita de la ciudad.
Según cifras ofrecidas por los equipos de rescate, el número final de fallecidos sería superior al centenar de personas, con más de 200 heridos.
La mezquita central se encuentra en las cercanías del palacio del emir de Kano, Lamido Sanusi, uno de los principales líderes del islam en Nigeria y quien hace unos días hiciera un llamamiento a las armas contra la milicia de Boko Haram.
Para el emir, es hora de que la población civil tome medidas frente a los radicales y empuñe las armas frente a la barbarie terrorista.
«Las personas deben ser conscientes de la importancia de estar preparados» y utilizar cualquier medio «para protegerse a sí mismos», aseguraba Sanusi, segunda figura para los musulmanes nigerianos (tras el sultán de Sokoto, Alhaji Muhammad Sa’ad Abubakar).
Más de 5.000 muertos en año y medio
Los números hablan por sí mismos: Conforme a cifras del Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC), entre mayo de 2013 y marzo de este año, la milicia islamista se cobró la vida de más de 3.000 personas, mayoritariamente al noreste del país. En una región de tamaño similar a Grecia, el 50% de su población se ha visto afectada por el conflicto: en menos de doce meses, más de 250.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares (76.000, en el estado de Yobe; 67.000, en Adamawa; y 111.000, en Borno).
Y la tendencia continúa. En la primera mitad de 2014, el incremento de los ataques de la milicia islamista de Boko Haram, así como las represalias incontroladas de las fuerzas de seguridad provocaron la muerte de más de 2.000 personas al noreste de Nigeria (más de la mitad, civiles). De igual modo, más de una veintena de localidades de los tres estados en emergencia se encuentran ya bajo el control del grupo islamista.