Ucrania conmemora el aniversario de la revuelta del Maidán
La efeméride coincide con la creación de una coalición proeuropea en el Parlamento y la visita del vicepresidente norteamericano Joe Biden
Un año después del comienzo del Maidán, revuelta que condujo al derrocamiento del presidente Víctor Yanukóvich, Ucrania libra una guerra en su extremo oriental, ha perdido la península de Crimea y su economía se ha degradado. Pero, tras celebrar elecciones presidenciales y legislativas, el país se ha dotado de nuevos dirigentes y mira ahora con entusiasmo hacia la Unión Europea y la OTAN.
El 21 de noviembre de 2013 comenzaron las protestas contra la decisión del Gobierno ucraniano de no firmar el acuerdo de asociación con la UE que había sido negociado escrupulosamente. La revuelta tomó cuerpo una semana después y no paró hasta que Yanukóvich huyó del país tres meses después, el 21 de febrero.
Ayer fue presentada la nueva coalición formada tras los comicios legislativos del 26 de octubre. La constituyen el Bloque del presidente Piotr Poroshenko, formación que ganó los comicios, el Frente Popular del primer ministro, Arseni Yatseniuk; el grupo «Samopómich» (autoayuda) del alcalde de Lvov, Andréi Sadovi; el Partido Radical de Oleg Liashkó y Batkívshina (Patria), alianza que encabeza la ex primera ministra, Julia Timoshenko.
Juntos reúnen casi 300 escaños de 450, aunque, debido a que no hubo elecciones en Crimea, Donetsk y Lugansk, el número real de diputados elegidos asciende a 421. La principal tarea que se ha puesto por delante la nueva coalición es el ingreso en la Unión Europea y en la OTAN. El jefe del Estado ha propuesto que Yatseniuk continúe al frente del Ejecutivo, que deberá estar formado de aquí a diez días.
En los actos de ayer participó el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, quien se reunió con Poroshenko y Yatseniuk. Tachó de «inaceptable» el comportamiento de Rusia por anexionarse Crimea y ayudar militarmente a los separatistas de Donetsk y Lugansk. «Rusia ha violado de forma flagrante los principios sobre los que descansa el Derecho Internacional», señaló Biden e instó al presidente ruso, Vladímir Putin, ha respetar los acuerdos de alto el fuego alcanzados el 5 de septiembre en Minsk (Bielorrusia).
Disparos desde Rusia
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania (SNBO), Andréi Lisenko, denunció ayer disparos de artillería desde Rusia. «Por primera vez, desde los acuerdos de Minsk, se han reanudado los disparos procedentes de la Federación rusa contra territorio ucraniano», aseguró Lisenko. Según sus datos, las bombas cayeron sobre el pueblo ucraniano de Kamíshnoye (región de Lugansk), situado junto a la frontera. Lisenko informó también de cañoneo rebelde contra la ciudad portuaria de Mariúpol, en el mar de Azov. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, constató esta semana la reaparición de un gran contingente de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania.
Poroshenko tuvo ayer que soportar los abucheos de los familiares de las víctimas habidas durante las movilizaciones en el Maidán mientras efectuaba una ofrenda floral en recuerdo de aquellas muertes. Las personas que increparon al presidente ucraniano le recriminaban el hecho de que los autores de aquellos asesinatos no hayan sido todavía juzgados. El Gobierno del país decretó que el 21 de noviembre sea en adelante el Día de la Dignidad y la Libertad.
Sin embargo, el descontento entre la población es patente ante el significativo descenso del nivel de vida experimentado en este último año. Las reservas en divisa extranjera han disminuido mientras la grivna, la moneda del país, ha perdido el 50% de su valor frente al dólar estadounidense. Ucrania depende ahora totalmente de la ayuda internacional y del Fondo Monetario Internacional.
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