París no quiere rascacielos
Ochenta y siete concejales ecologistas, conservadores y centristas han votado contra la construcción de una torre de 180 metros de altura que proyectaba construir Anne Hidalgo
Ochenta y siete concejales ecologistas, conservadores y centristas han votado contra la construcción de una torre-rascacielo de 180 metros de altura que proyectaba construir Anne Hidalgo, alcaldesa, apoyada por 78 concejales socialistas, comunistas y de extrema izquierda.
El voto ecologista y conservador ha recordado un rechazo social que confirman los más diversos indicadores sociales. Según un sondeo realizado por el semanario Le Point (liberal independiente) entre sus lectores, el 57,6 % de los votantes (25.356 lectores) dijeron no a torres y rascacielos, apoyados por un 42,4 % de votantes (18.651 lectores).
El sondeo de Le Point y el voto de castigo contra Anne Hidalgo confirman un rechazo de fondo que tiene profundas raíces históricas.
Tras un rechazo frontal, la Torre Eiffel (324 metros de altura) tardó bastantes décadas en ser aceptada como un símbolo parisino, nacional. Siguió más de medio siglo sin construcción de torres o rascacielos. La primera gran torre-rascacielo construida en París, después de la Torre Eiffel , entre 1969 y 1972, la Torre Montparnasse (210 metros de altura), pasa por ser uno de los momentos más feos de Europa. Y está amenazada por la aluminosis.
Desde los años 60 del siglo pasado, se han sucedido grandes proyectos de construcción de torres y barrios enteros de torres, en el distrito XIII, en la Defensa, en los distritos XIV y XV. Solo el barrio de la Defensa, en la periferia oeste, ha terminado imponiéndose. En los distritos XIII, XIV y XV, las torres siendo víctimas de un rechazo latente muy considerable. Torres construidas con la ambición de crear barrios relativamente acomodados, se han transformado en guetos urbanos donde los precios del metro cuadrado son mucho más bajos que en las inmediaciones.
Georges Pompidou imaginó un París modernista con muchas torres y rascacielos. Aquel proyecto utópico nunca llegó a ser realidad. Prudentes, Giscard, Mitterrand, Chirac, Sarkozy y Hollande han imaginado un Gran París que comenzará allí donde termina el París histórico. Muchos arquitectos han concebido archipiélagos de torres y rascacielos. El rechazo popular y el voto de castigo contra Anne Hidalgo subrayan el apego ciudadano a un París del siglo XIX y el XX que comienza a convertirse en parque temático para turistas, amenazado por el acoso de las torres que continúan proliferando en la tierra de nadie de un París de nuevo cuño.
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