La joven holandesa salvada por su madre de las garras del EI está detenida por terrorismo

De la humillación y el horror de Raqa , la capital de los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Siria, a estar detenida en Holanda, su país, donde está acusada de terrorismo y de poner en peligro la seguridad del Estado. La joven holandesa rescatada por su madre de las garras del EI, que adoptó en Siria el nombre de Aisha , comparece este viernes ante el juez de Maastricht, quien decidirá si debe permanecer en detención preventiva.

Pese a las informaciones aparecidas estos últimos días, la portavoz de la Fiscalía de la provincia de Limburgo ha asegurado a EFE que la madre de Aisha, Monique, «nunca ha viajado a Siria» para recuperar a su hija: se quedó esperándola en la «frontera con Turquía». Y es que, anteriormente, la abogada de la familia había declarado que Monique había estado en dos ocasiones en Siria para traer a su hija de vuelta. Esta se ha mostrado además molesta por el hecho de que el fiscal general de Maastricht revelara el caso, considerado como sensible por el Estado, cuando se supone que no deben salir a la luz los detalles, según informa la prensa holandesa.

«Creo que ella (Aisha) necesita recibir un fuerte apoyo psicológico de su madre », ha añadido el fiscal general de Maastricht, Roger Bos, ante los micrófonos de la televisión local L1.

Madre e hija regresaron a Holanda desde Turquía la tarde del miércoles. En su país natal, la joven holandesa permanecerá tres días bajo custodia, donde será interrogada de forma intensiva.

En febrero pasado, Aisha y Omar viajaron a Siria y aunque al principio la joven holandesa mantuvo el contacto con su familia, « desde mayo dejó de responder a mensajes y correos electrónicos », según explicó Landerloo a medios holandeses.

El marido, en declaraciones a una cadena de televisión británica, señaló que la pareja se separó poco tiempo después de viajar hasta el país árabe, momento en el que la joven holandesa volvió a contactar con su madre, esta vez para que la ayudase a regresar a su país.

El caso de esta «novia yihadista» es solo un ejemplo del gran número de jóvenes europeos que han viajado a Siria para unirse a las tropas del EI.