Obama alerta de que la transición democrática se ha estancado en Birmania

El presidente de EE.UU. acude a la cumbre de naciones del Sudeste Asiático para impulsar la apertura de este país

Obama alerta de que la transición democrática se ha estancado en Birmania efe

pablo m. díez

Dos años después de convertirse en el primer presidente de Estados Unidos que visitaba Birmania, Barack Obama se ha encontrado un panorama muy distinto en su regreso a este país para asistir a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Tras casi medio siglo de dictadura militar, Myanmar (nombre oficial del país) comenzó a abrirse tras las elecciones celebradas en el otoño de 2010. Aunque dichos comicios no fueron más que un pucherazo que sentó en un Gobierno civil a los antiguos generales de la Junta militar, su presidente, Thein Sein, liberó a los presos políticos, relajó la represión y la censura y dio los primeros pasos hacia una transición democrática.

Buena prueba de ello fue la puesta en libertad de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que tuvo lugar poco después de aquellos comicios, y su elección en abril de 2012 como diputada del Parlamento nacional. En apenas dos años, «La Dama» pasó de ser una prisionera política recluida en su casa de Yangón (Rangún) a participar abiertamente en mítines políticos y entrevistarse con líderes mundiales como la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, el «premier» británico, David Cameron, o el propio Obama.

Pero la transición parece haberse estancado, según ha alertado el inquilino de la Casa Blanca. En una entrevista con la revista «The Irrawaddy», Obama reconoció que «el progreso no ha venido tan rápido como muchos habían esperado cuando empezó la transición». A su juicio, «en algunas áreas ha habido una disminución en las reformas, e incluso algunos pasos atrás». Con un tono muy duro, también denunció que «junto a las restricciones a la libertad de prensa, seguimos viendo violaciones de derechos humanos básicos y abusos contra etnias, incluyendo informes de ejecuciones extrajudiciales, violaciones y trabajos forzados».

Obama, que recompensó la apertura de Birmania levantando las sanciones que pesaban sobre el país, se juega buena parte de su legado político en Asia en su democratización y pacificación, ya que aún hay buena parte del territorio controlado por guerrillas étnicas. La prueba definitiva tendrá lugar en las elecciones presidenciales previstas para finales del próximo año, que Aung San Suu Kyi ganaría de calle si fueran libres. Pero «La Dama», que es un icono de la lucha por la democracia por los 15 años que pasó bajo arresto domiciliario, no podrá presentarse por un absurdo artículo constitucional que veta a los candidatos con hijos de otra nacionalidad, como los suyos, que son británicos.

Además de presionar al presidente Thein Sein para reformar dicha norma, Obama denunciará la represión que sufre la minoría musulmana de los Rohingya en el estado de Rakhine, donde cientos de personas han muerto en ataques de extremistas budistas y 140.000 desplazados viven hacinados en campos de refugiados. Una catástrofe humanitaria por la que ni siquiera se ha movilizado como debiera una premio Nobel como Aung San Suu Kyi.

Para Obama, también Nobel de la Paz, la elección como presidenta de «La Dama» sería un gran éxito de su política exterior que serviría para avanzar en las reformas democráticas de Birmania y seguir captando inversión extranjera, además de para salir de la órbita de China en su pugna por la hegemonía en Asia.

Obama alerta de que la transición democrática se ha estancado en Birmania

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación