gUERRA DE uCRANIA
Mercenarios, agentes, ex presidiarios... Así son los tribunales populares de los prorrusos ucranianos
Las milicias prorrusas establecen su propia ley en el este de Ucrania
La cantidad de hombres armados llegados desde Rusia en ayuda de los separatistas de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk aumenta cada semana. La tipología de estas unidades es de lo más variada: mercenarios, instructores militares de los servicios secretos de Rusia, ex presidiarios y militares rusos. Éstos últimos, según ha explicado oficialmente Moscú, son «voluntarios» que utilizan sus vacaciones para «ayudar» al pueblo de Novoróssia, nombre que tuvo el este y el sur de Ucrania en la época zarista.
Uno de los motivos que esgrimen estas milicias para justificar la sublevación es que en Kiev se ha instalado una «junta fascista» que «amenaza las libertades» de la minoría rusoparlante. Sin embargo, se está demostrando que son estos destacamentos los que constituyen un verdadero peligro para la libertad y la seguridad de los habitantes de Donetsk y Lugansk.
La cosa ha llegado al extremo de que cada grupo armado «administra justicia» según su propio criterio. No es que actúen al margen de la legislación ucraniana es que ni siquiera se atienen a una normativa única consensuada por quienes dirigen ese agujero negro que en Moscú llaman Novoróssia.
El pasado 25 de octubre, en la localidad de Alchévsk (región de Lugansk,) tuvo lugar el «primer juicio popular». Fue organizado por un tal Alexéi Mozgovói, jefe del siniestro destacamento «Prízrak» (fantasma). Días antes, la ciudad se llenó de carteles invitando a la población a asistir al evento para decidir en votación qué hacer con los dos violadores.
La «sesión» tuvo lugar en el salón de actos de la Casa de Cultura «Jímik» (químico) y el comandante de la unidad «Prízrak» se encargo personalmente de que el recinto se llenará de gente. Se formó así el primer «jurado popular» compuesto por unas 300 personas .
El vídeo ha sido filmado por el canal «Otriadinform», perteneciente al «estado mayor» de Mozgovói, quien aparece (con perilla) en el extremo izquierdo de la mesa del tribunal dando en todo momento a sus hombres las instrucciones pertinentes y «moderando» las intervenciones de los asistentes. Los reos, sin embargo, carecieron de defensa. Nadie actuó en calidad de abogado.
Sentencia a mano alzada
A favor de condenar a muerte al primer convicto por violación se pronunciaron 164 personas a mano alzada y 37 en contra. Sin embargo, evitó la pena capital y, a propuesta de Mozgovói, su castigo será luchar contra el Ejército ucraniano en «primera línea de frente».
Sin embargo, el segundo acusado, que violó, al parecer, a una niña de 15 años, tuvo menos fortuna. A favor de fusilarle votaron 271 y 18 lo hicieron en contra. No fue perdonado y, poco después, se informó de que la ejecución había sido llevada a cabo. Rusia no ha condenado el «juicio popular» de Alchévsk, pese a la enorme similitud con los métodos de los talibanes o el Estado Islámico.
El cabecilla de «Prízrak» anunció durante la sesión que, otra de las medidas a adoptar para evitar nuevas agresiones sexuales, será «prohibir a las mujeres jóvenes acudir por la noche a establecimientos públicos» como restaurantes o cafés. «Como veamos a alguna será detenida», sentenció Mozgovói en medio de aplausos. Según su opinión, la mujer debe estar en casa. Otra forma de castigo muy extendida entre las milicias separatistas es apalear, sin juicio previo, a los acusados de haber cometido pillaje