Crisis en los dos grandes partidos franceses por el «escándalo Fillon»
El exprimer ministro conservador François Fillon pidió, según Le Monde, al jefe de Gabinete de Hollande que lanzase una «ofensiva judicial» contra el expresidente Sarkozy para frenar su regreso a la carrera presidencial

Escándalo cainita en la cúspide del Estado y en los dos grandes partidos políticos de Francia, con graves acusaciones de conspiración e intento de asesinato político de Nicolas Sarkozy. En la cúspide del Estado y en el poder político de izquierdas, Jean-Pierre Jouyet, secretario general del Elíseo, amigo íntimo del presidente François Hollande, es acusado de dirigir una especie de «gabinete negro» que habría intentado montar una operación de desestabilización e intento de liquidación política de Sarkozy, sembrando cizaña en el partido del ex presidente.
En la cúspide del primer partido político conservador, la UMP (Unión por un Movimiento Popular), François Fillon, ex primer ministro de Sarkozy, es acusado de haber pedido a Jean-Pierre Jouyet que el Elíseo (Hollande) lanzase contra Sarkozy todos los tentáculos del poder judicial, para intentar impedir su vuelta a la política activa.
Jouyet y Fillon son viejos amigos. El actual secretario general del Elíseo fue durante dos años secretario de Estado para asuntos europeos de Sarkozy, siendo Fillon primer ministro. Jouyet y Fillon celebraron una comida «íntima», muy política, el 24 de junio pasado en un restaurante próximo al Elíseo. Hollande «autorizó» ese encuentro. Y Le Monde reveló la semana pasada algunos diálogos de la pareja Fillon–Jouyet.
Según Le Monde —que grabó una conversación con un teléfono portátil—, Jouyet afirmó que Fillon pidió que Hollande lanzase contra Sarkozy a la «jauría judicial», para destruirlo políticamente, instruyendo varios escándalos inflamables.
Fillon ha respondido querellándose contra Le Monde y denunciando «un complot de Estado». Varias personalidades conservadoras acusan a Jouyet de dirigir un intento de desestabilización y asesinato político de Sarkozy. En la UMP, nadie se fía de Fillon ni de Jouyet, «mercenario político» para operaciones de guerra sucia por cuenta de Hollande.