Cristina Kirchner tiene una infección de colon
El segundo parte médico oficial ha ofrecido detalles sobre la salud actual de la presidenta de Argentina
El segundo parte médico oficial ofreció detalles sobre la salud de la presidenta de Argentina. «Cursa un cuadro febril infeccioso con bacteriemia. Se realizaron estudios complementarios que confirmaron el diagnóstico presuntivo de sigmoiditis». Dicho en cristiano, Cristina Fernández de Kirchner tiene una infección en el colon, en el sector denominado sigmoide.
La presidenta, hospitalizada desde el domingo en el sanatorio Otamendi de Buenos Aires, «se encuentra estable» y «continúa internada con tratamiento antibiótico endovenoso, con observación evolutiva y seguimiento de los cultivos realizados». El cuadro clínico, para que se entienda, tiene su origen en una bacteria, no identificada, alojada en el torrente sanguíneo. Con los cultivos se espera conocer el nombre y el apellido de la batería en las próximas horas.
Fernández ingresó de urgencia por «un cuadro febril infeccioso», según el primer comunicado oficial firmado por los doctores Marcelo Ballesteros y Ricardo Solla, de la Unidad Médica Presidencial, los mismo que facilitaron el de ayer .
La ambigüedad de aquel parte médico y el silencio de radio hasta la noche del lunes, provocaron preocupación y desconcierto entre los argentinos, acostumbrados ya al hermetismo informativo del Gobierno cuando se trata de la salud de algún miembro de la familia presidencial. En el mejor de los casos, como éste, los datos se facilitan en cuentagotas y con términos ilegibles para la mayor parte de la sociedad.
Según las previsiones, la Presidenta deberá permanecer internada en la habitación 415 del mencionado centro, el mismo donde nació su nieto Néstor Iván y donde ella misma ha sido tratada en ocasiones anteriores.
Este último retiro de la actividad de la jefa del Estado impidió que se realizara una visita de la presidenta Michelle Bachelet para este martes. A diferencia de otras ocasiones donde los seguidores kirchneristas peregrinaron a los diferentes sanatorios privados a los que acude la presidenta, en ésta no hubo concentración de «fieles».
Los achaques de salud de la presidenta de Argentina no son nuevos. A principios de año, Cristina Fernández, se vio obligada a guardar reposo por una bursitis o inflación de un sector de la cadera. En marzo, durante una visita al Vaticano, se tropezó con la alfombra del hotel en el que se hospedaba y como consecuencia, se hizo un esguince en el tobillo izquierdo. En julio un problema de garganta, habituales en ella, provocó la suspensión de un viaje oficial a Paraguay. Los médicos dijeron entonces que padecía una «faringolaringitis aguda», un cuadro similar a otro sufrido a mediados del mes pasado por el que tuvo que suspender la agenda oficial dos días.
El episodio más grave se produjo el pasado año, cuando tuvo que someterse a una intervención craneal para drenarle un hematoma o «colección subdural crónica» que la tuvo apartada de la Casa Rosada más de un mes.
Un año antes la presidenta fue operada de lo que inicialmente se informó como cáncer en la glándula tiroides . Tras la intervención los médicos confirmaron que en realidad se trató de nódulos benignos. Bajadas de tensión y afecciones recurrentes de garganta, forman parte de un cuadro frecuente en Cristina Fernández de Kirchner.
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