Corea del Norte ejecuta a miembros del partido único por ver telenovelas surcoreanas
Varios de los funcionarios ajusticiados por Kim Jong-un son hombres cercanos a su tío Jang Song-thaek, que fue detenido y ejecutado en 2013 por supuesta traición contra el Estado
Al menos cincuenta altos cargos del Gobierno de Corea del Norte han sido ejecutados públicamente a lo largo de 2014. Esta purga ha incluido a diez miembros del Partido de los Trabajadores que terminaron ante un pelotón de fusilamiento por ver telenovelas surcoreanas, según informó ayer el diario británico «The Telegraph» que se hizo eco de informes de los servicios de inteligencia de Corea del Sur.
Entre los funcionarios ajusticiados por Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte, se encuentran hombres cercanos a su tío y antiguo número dos del Gobierno, Jang Song-thaek, que fue detenido y ejecutado en diciembre de 2013 por su supuesta traición al Estado. El régimen comunista lo acusó de «consumir drogas y malgastar divisas en los casinos».
Purga a los aliados de su tío
La eliminación constante de los aliados de su tío Jang formaría parte de la estrategia de Kim Jong-un de deshacerse de cualquier brote de oposición interna y así reforzar su figura como líder único en el Gobierno.
Los detalles de las ejecuciones y de los delitos que se les imputaban fueron incluidos en el informe presentado en el Parlamento de Corea del Sur por los servicios de inteligencia del país. En este documento también se abordaban otros temas, como la expansión de de los campos de trabajo de prisioneros políticos, y que desde Corea del Norte se han intentado hackear miles de smartphones surcoreanos a partir de aplicaciones de juegos para móviles.
Desertores de la tiranía de Corea del Norte han revelado a «The Telegraph» que por el país circulan versiones pirateadas de programas de televisión chinos y surcoreanos, que se pueden adquirir en el mercado negro.
Las telenovelas surcoreanas son una amenaza para el hermético reino de Corea del Norte, que solo tiene una cadena de televisión controlada por el Gobierno de Kim Jong-un. Estas telenovelas conocidas como «doramas» lideran el boom de la industria audiovisual de Corea del Sur, que se ha extendido en los últimos años no solo a su vecino del norte, sino hasta Europa o Latinoamérica.
