Essebsi, nuevo «hombre fuerte» de Túnez a los 87 años

Beji Caid Essebsi, ministro de varias carteras durante la dilatada presidencia de Burguiba y presidente del Parlamento con Ben Alí, es a los 87 años el nuevo “hombre fuerte” de Túnez. Su partido laico, el Niida Tunes (La llamada de Túnez), creado hace dos años para aglutinar a todos los opositores a los islamistas, ha vencido en las legislativas al partido Ennahda y será encargado de formar gobierno.

Essebsi fue ministro del Interior, Defensa y Asuntos Exteriores con Habib Burguiba, fundador y primer presidente del actual Estado tunecino. En 1990 ocupó durante un año la presidencia del Parlamento antes de caer en desgracia con el régimen autoritario de Ben Alí. Tras la huida del dictador, Essebsi encabezó en 2011 un gobierno transitorio que preparó las primeras elecciones democráticas, que dieron el poder a los islamistas. En 2012 volvió a ocupar el centro de la escena política al ponerse al frente de una coalición de sectores irritados con el gobierno islamista de Ennahda: empresarios, mujeres, figuras del anterior régimen, intelectuales y sindicalistas.

Tras su victoria frente a Ennahda, el Niida Tunes se ha convertido en el primer partido laico del Túnez post-revolucionario. Essebsi ha anunciado su intención de presentarse a las presidenciales del 23 de noviembre -las primeras por sufragio directo- “si vive para entonces”. Habrá cumplido los 88 años y las encuestas le sitúan como favorito.

¿Qué diferencia a su partido del islamista moderado, que gobernó los primeros años posteriores a la Primavera Árabe? “Lo que nos separa de los islamistas son catorce siglos”, responde irónicamente Beji Caid Essebsi, que encandila a muchos de sus conciudadanos con su veteranía y el recurso a viejos proverbios (y a versículos del Corán) y una retórica tranquila.

El nuevo líder tunecino es pragmático. “Ennahda forma ya parte integrante de nuestra vida política”, ha dicho en referencia al segundo partido más votado en estas legislativas. El gobierno que encabezará Niida Tunes no descarta alianzas con los islamistas para cuestiones puntuales, aunque ha dejado bien claro durante la campaña su visión radicalmente distinta de modelo social para Túnez, quizá la única democracia real que funciona en el mundo árabe.