El Estado Islámico en Kobani
El dilema de Obama en Siria e Irak
El presidente norteamericano necesita a los kurdos, pero no quiere tampoco perder el favor de Bagdad y de Ankara
La batalla por el enclave kurdo de Kobani, en el norte de Siria, está poniendo de manifiesto el complicado juego de equilibrios entre las partes implicadas: las milicias kurdas, EE.UU. y Turquía. El acoso del Estado Islámico (EI) a esta estratégica ciudad de Siria, a muy pocos kilómetros de la frontera con Turquía, ha sido respondido con fuerza con ataques aéreos liderados por EE.UU.. Se han producido al menos 130 bombardeos desde el aire en la zona , más que en ningún otro lugar de Siria o Irak desde el inicio de las operaciones contra los yihadistas. Solo este fin de semana ha habido once ataques cerca de Kobani, que han destruido 20 posiciones de combate, cinco vehículos y dos edificios del EI.
EE.UU. entabló conversaciones la semana pasada con el Partido Unión y Democracia (PYD) , el grupo kurdo que coordina las milicias de Kobani. Aunque las autoridades estadounidenses no confirmaron que se hablara de proporcionar armamento a los kurdos, esta es una opción que cobra peso. Ya lo han hecho para apoyar a los kurdos de la región autónoma en Irak, lo que ha contribuido a detener el avance del EI en esa zona.
La diferencia en territorio sirio tiene que ver con Turquía, aliado de EE.UU. en la OTAN y pieza clave para la lucha contra el EI. A ojos de Ankara, apoyar al PYD es tirar piedras contra su propio tejado. « ¿Dar armas al PYD para formar un frente contra el EI? Veamos: para nosotros, el PYD es igual al PKK», dijo ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) es una organización kurda independentista con la que Turquía está en guerra desde hace más de tres décadas. El PKK –que Erdogan tildó de «tan terrorista como el EI»- está relacionado con el PYD y forma parte de la lista de «grupos terroristas» de EE.UU. (El PYD no forma parte de ella).
«EE.UU, que es nuestro amigo y aliado en la OTAN, estaría muy equivocado si esperase de nosotros decir «sí» tras anunciar abiertamente un apoyo a una organización terrorista », insistió el líder turco.
La dificultad de las negociaciones entre EE.UU. y Turquía sobre el apoyo de este último a las operaciones contra el EI ya se ha puesto de manifiesto sobre el terreno: casi al mismo tiempo que la aviación estadounidense bombardeaba a los radicales islámicos, el ejército turco atacaba posiciones del PKK en el sur de Turquía.
La posición turca es combatir al EI y al Gobierno del presidente Bashar al Assad en Siria a través del apoyo de opositores sirios moderados. Pero ¿prefiere dejar que avance el EI antes que apoyar a los kurdos? En el lado iraquí, EE.UU. se enfrenta a juegos de equilibrios similares con los kurdos. Su apoyo militar podría acelerar las ansias de independencia de la región autónoma kurda y quebrar la unidad de Irak por la que tanto han apostado.
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