Human Rights Watch pide a la ONU que vigile los derechos humanos en Tinduf y el Sahara
La ONG estadounidense publica un informe en el que, además, pide al Polisario que ponga fin a los casos aislados de esclavitud y suprima los juicios militares a civiles
Los abusos a los derechos humanos en el conflicto del Sahara Occidental sigue sin ser vigilados por Naciones Unidas , que mantiene una misión sobre el terreno desde hace más de dos décadas, la Minurso , pero que no incluye ese mandato entre sus encargos. La ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) reclama a la ONU que amplíe su mandato tanto en la ex colonia española como en los campos de refugiados saharauis de Argelia para que pueda cubrir ese vacío en su misión, algo que reclaman los independentistas saharauis del Frente Polisario pero que el gobierno de Marruecos rechaza.
En el informe «Sin vigilancia: Derechos Humanos en los campamentos de refugiados de Tinduf» que hoy se ha presentado en Argel HRW reclama además al Polisario que ponga fin a los casos aislados que ha detectado en los campamentos de refugiados de Tinduf (sur de Argelia) donde viven entre 90.000 y 125.000 saharauis. Se trata de saharauis de piel oscura a los que se obliga a llevar a cabo tareas domésticas.
Esta organización pide también a las autoridades saharauis que dejen de celebrar juicios militares sobre la población civil.
HRW no ha hallado sin embargo durante su misión de dos semanas en los campos de Tinduf «evidencias de que miembros del Polisario hubieran encarcelado a personas en los últimos tres años debido a su opinión política o activismo» ni tampoco «encontró un patrón de torturas» elaborado por sus autoridades. Reconoce, además, que «pequeños grupos de manifestantes reformistas han organizado actos y protestas» sin ser contrarrestados.
Terrorismo en el Sahel
No se restringe los movimientos hacia Mauritania o el Sahara Occidental de la población pero sí han aumentado los controles militares en la zona por el agravamiento del «problema del terrorismo en la región del Sahel» y el «contrabando», explican las autoridades del Polisario. En efecto, tres cooperantes, dos españoles y una italiana, fueron secuestrados en 2011 por un grupo afín a Al Qaida en Rabuni, sede del Gobierno del Polisario, y no fueron liberados hasta nueve meses después en el norte de Malí tras el pago de un rescate que España e Italia no reconocen.
En todo caso, el Frente Polisario debe garantizar que los habitantes de los campamentos de refugiados «puedan cuestionar libremente sus políticas y sus líderes de forma pacífica y propugnar opciones que no sean exclusivamente la independencia del Sahara Occidental», añade el texto.