premio nobel de la paz 2014
Kailash Satyarthi: «Tengo cicatrices en mi cuerpo por los ataques que he sufrido»
Satyarthi relata cómo son apaleados e incluso asesinados quienes combaten la explotación laboral de los niños
«Estás loco. ¿De qué estás hablando?». Esta fue la primera reacción de Kailash Satyarthi al conocer que había sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz junto a la joven paquistaní Malala Yousafzai . La noticia corrió como la pólvora por la sede en Nueva Delhi de la ONG que creó hace tres décadas, Bachpan Bachao Andolan (BBA, Movimiento para Salvar la Infancia). Poco después algunos de los 80.000 niños que Satyarthi (Vidisha, India, 1954) ha liberado de la esclavitud infantil llegaban literalmente corriendo para abrazar a su héroe. En medio de aquel jubiloso ajetreo, aún tuvo tiempo para recibir a ABC.
–¿Qué significa este premio para usted?
–Es el mayor reconocimiento para cientos de miles de niños a quienes les roban la infancia. Niños que sufren hoy, ahora mismo, la esclavitud en fábricas y otros lugares. Unos 186 millones de menores en todo el mundo son víctimas del trabajo infantil. Este premio es un honor para ellos porque ayudará a hacer su sufrimiento visible.
–A los 26 años, una edad que otros jóvenes dedican a asuntos más mundanos, usted decidió dejarlo todo y dedicar su vida al trabajo social.
–He estado pasional y profundamente interesado en problemas sociales cuando tenía 10 años, cuando tenía 15, cuando tenía 20... Mis padres querían que estudiase ingeniería, lo hice y comencé a trabajar como tal. Pero abandoné la carrera laboral que se suponía que debía seguir. Lo único que podía hacer era dedicarme a luchar contra el trabajo infantil en mi país y en todo el mundo.
–Una decisión peligrosa. Ha sido víctima de ataques contra su vida.
–Es una lucha contra intereses muy establecidos, contra la mafia y la mentalidad dominante. Es una lucha contra un mal que ha estado ahí desde tiempos inmemoriales. Cuando luchas contra esos intereses establecidos y criminales que tienen buenas conexiones, si ven que pierden dinero, toman represalias violentas. He perdido a dos compañeros. Uno recibió disparos y otro murió de una paliza. La mayoría de mis colaboradores más veteranos, y muchos de los jóvenes también, han recibido palizas. Yo y mis colegas tenemos cicatrices en nuestros cuerpos. Es una lucha dura. Pero cada vez que somos atacados sentimos que estamos haciendo algo bueno.
– Su relación con la Policía y las autoridades no es la mejor posible.
–No informamos de la localización exacta a nadie cuando hacemos una redada para rescatar niños. Damos por hecho que los criminales podrían ser informados por la Policía u otras agencias estatales. Somos muy cuidadosos con esto.
– Cuál es la relación entre pobreza y el trabajo infantil.
–Es un paradigma triangular. Trabajo infantil, analfabetismo y pobreza y violencia. Es un círculo vicioso. Un círculo que debemos romper. Cada uno de estos problemas es interdependiente con los demás. El trabajo infantil provoca pobreza y la pobreza perpetúa el trabajo infantil.
–¿Cómo cree que este premio incidirá en la lucha contra el trabajo infantil?
–Inspirará a otros. Fortalecerá la moral de los activistas y llevará a muchas personas a implicarse. Quizás otros ingenieros piensen que si Kailash Satyarthi abandonó su carrera y ha logrado un Nobel de la Paz ellos también puedan hacerlo.
–En los última década la economía india ha crecido mucho, pero ha habido pocos avances en cuestiones sociales si se compara con países vecinos más pobres, como Bangladesh. ¿Cómo lo explica?
–El crecimiento económico afecta a muy pocas personas y no llega abajo. No provoca el cambio social necesario.
–El primer ministro indio, Narendra Modi, trabajó de niño como vendedor de té en una estación de tren. ¿Podría él provocar ese cambio social?
–El día que Modi ganó las elecciones tuiteé que si un vendedor de té puede convertirse en primer ministro, es ahora su turno asegurarse de que ningún niño trabaja. Es muy pronto para opinar si Modi lo hará o no, lleva poco tiempo en el poder.
– Comparte el Premio Nobel con Malala Yousafzai. Un indio y una paquistaní. Un hindú y una musulmana. ¿Cree que este galardón puede ayudar a mejorar las relaciones entre la India y Pakistán?
–Es un problema político. He trabajado en Pakistán durante muchos años, incluso antes de que mi valiente hermana Malala naciera. Siempre he sido bienvenido. La paz llegará a través de las personas. Los esfuerzos políticos y diplomáticos son necesarios pero también lo es la acción de la gente corriente. El Premio Nobel ayudará. He hablado con Malala acerca de crear una nueva iniciativa llamada Paz para los Niños.
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