El Parlamento Europeo acuerda hoy el reparto final de comisarios
Un voto agrupado obligará a los grandes partidos a asumir a los candidatos polémicos
Una vez que ayer concluyeron las últimas audiencias de los candidatos designados para formar parte de la Comisión Europea, hoy se prevé que se lleve a cabo la evaluación política de los candidatos más importantes. Para evitar susceptibilidades y teniendo en cuenta las discusiones que se han producido en torno a ciertos candidatos, los principales partidos han decidido que las votaciones de las comisiones correspondientes a cada materia serán agrupadas, de manera que los cuatro comisarios más discutidos, el español Miguel Arias Cañete (Energía), el francés Pierre Moscovici (Economía), el británico Jonathan Hill (Mercados Financieros) y el finlandés Jirky Katainen (vicepresidente del área de Empleo y Crecimiento), verán vinculada su suerte: en caso de que uno de ellos fuera rechazado, también lo serían los demás. El francés Moscovici sería la víctima en caso de que Arias Cañete no fuese ratificado, aunque para los socialistas europeos, ahora va a ser más complicado dar su apoyo al ex primer minsitro finlandés, que durante toda la crisis ha sido uno de los que ha apostado más fervientemente por la austeridad y que ayer no supo dar indicios del prometido plan de inversiones de 300.000 millones. Los socialistas españoles insisten en que no votarán a Cañete, a pesar de que ello les causará grandes problemas a sus correligionarios europeos.
El que será vicepresidente más importante y auténtica «mano derecha» del presidente Jean-Claude Juncker, el holandés Frans Timmermans, también fue escuchado por los eurodiputados, a los que prometió que se encargará de clarificar el papel de los grupos de presión. El lunes por la noche había pasado el mismo trámite la nueva responsable de la política exterior y de seguridad común, la italiana Federica Mogherini, que tuvo una audiencia convincente en términos generales.
Sin preparación
Sin embargo, la sorpresa desagradable de este proceso ha sido la eslovena Alenka Bratusek, que como primera ministra logró salvar a su país del rescate financiero, pero que ante los eurodiputados demostró que no conocía el campo de la energía del que Juncker quería hacerla vicepresidenta (y coordinadora directa de Arias Cañete).
Anoche se daba por seguro que su nombre será eliminado de la lista de comisarios –porque además tampoco contaba con el apoyo del actual gobierno de Liubliana- por lo que Eslovenia perderá probablemente la vicepresidencia. Juncker quiere que sea otra mujer, a la que sin duda se le encomendará una cartera menor, mientras que el comisario saliente de energía, el alemán Gunter Oettinger, se haría cargo de la nueva vicepresidencia.