¿Por qué ha fracasado Marina Silva pese a liderar las encuestas?

Cuando los sondeos dieron el papel de favorita a Marina Silva por delante de la presidenta Dilma Rousseff, los índices bursátiles se dispararon en muy poco tiempo. Era la preferida de los mercados . Tras la muerte de Eduardo Campos, la política evangelista vivió un salto espectacular en los sondeos, del 20% que tenía su partido, el Partido Socialista Brasileño (PSB), subió hasta más del 35 por ciento, en solo unas semanas. Sin embargo, en los últimos días la burbuja Silva comenzó a desinflarse. Deriva que se ha confirmado en la primera vuelta de las elecciones, con su derrota, incluso frente al socialdemócrata Aecio Neves , el tapado de la carrera electoral.

El líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Neves, cosechó el pasado domingo un inesperado 33,6%, por los 41 de Rousseff y los veinte de la socialista, cuya figura queda, por tanto, muy debilitada.

La BBC , en su edición digital, señala algunas claves que seguramente hayan influido en la decadente marcha de la candidata evangelista.

El ascenso de Silva se cimentó sobre el papel que adoptó de alternativa política al bipartidismo tradicional, el que forman el Partido de los Trabajadores y el PSB. Pero Rousseff y su equipo supieron reaccionar a tiempo. Para ello cambiaron al director de campaña, con el propósito de que modificara su estrategia de comunicación: estaban cayendo en picado en los sondeos. La presidenta pasó al ataque. Acusó a su contrincante socialista de estar del lado de los bancos y de los conservadores. Fue entonces cuando esta se enfangó en la batalla dialéctica y cayó en la trampa de la líder del PT.

Otra de las razones de la trayectoria menguante de Silva, ha sido el uso eficaz de los medios de comunicación por parte de Rousseff. Aunque también ayudó el poco tiempo con el que contó la socialista, puesto que tuvo solo dos minutos frente a los cuatro de Neves y los once de la presidenta.

Sin embargo, los analistas también señalan la inconsistencia de su programa como una de las causas de su fracaso. Silva ha cambiado de idea varias veces en asuntos tan delicados y estratégicos como el matrimonio homosexual y sus derechos, el aborto y la despenalización de las drogas. Estas contradicciones han desmotivado a su electorado más fiel, los propios evangelistas que representan a más del 25 por ciento de la población brasileña.