Los yihadistas del Estado Islámico avanzan pese a los bombardeos de la coalición

Los kurdos denuncian que los proyectiles no están cayendo sobre las posiciones del EI y que «no están haciendo nada»

Los yihadistas del Estado Islámico avanzan pese a los bombardeos de la coalición efe

daniel iriarte

Un vehículo blindado del ejército turco recorre el sendero que marcha paralelo a la valla fronteriza. Desde el otro lado llega el tableteo regular de las ametralladoras, y de vez en cuando, las detonaciones sordas de los lanzacohetes. Diminutos, al fondo, se pueden ver los perfiles de varios combatientes del Estado Islámico que caminan con parsimonia entre las casas de cemento de Arshila. Enfrente, los integrantes de las milicias kurdas YPG luchan desesperadamente por mantenerlos a raya.

Desde el lado turco de la valla, cientos de personas contemplan sobre una explanada el desarrollo de los combates. La mayoría son refugiados kurdos de Siria , para quienes el desarrollo de la batalla es una cuestión vital . «Mi hijo está allá, combatiendo con las YPG», dice un hombre que se frota las manos con nerviosismo. Las caras son sombrías. La atmósfera, de ansiedad.

En las últimas 48 horas, l os yihadistas han conquistado bastante terreno , avanzando un par de kilómetros hacia la sitiada ciudad de Kobane , a pesar de los recientes bombardeos aéreos de la coalición. Entre los kurdos abundan las críticas hacia estas incursiones, porque, aseguran, los proyectiles no están cayendo sobre las posiciones del Estado Islámico. « Los bombardeos no están sirviendo de nada », aseguraba hace dos días Redur Xelil, portavoz de las YPG.

En algunos casos es aún peor. Firat, un refugiado sirio, nos dice que una de las bombas de la aviación estadounidense destruyó su casa . «Toda la vida para construirla, y en un momento, se acabó. ¿Por qué los americanos bombardean las casas de los kurdos?», se pregunta.

Hace una semana, cruzó a Turquía con casi toda su familia, excepto su hijo pequeño y su abuelo, que no pudieron huir en aquel momento. Desde Mert Ismail , la aldea turca enfrente de Arshila, nos señala un punto indeterminado en el horizonte. «Allí está mi coche», dice. Como él, miles de kurdos sirios han tenido que abandonar sus vehículos para que las autoridades turcas les permitiesen pasar la frontera a pie.

Aviones de la coalición bombardearon ayer por segunda vez en las cercanías de Kobane. El Mando Central del ejército estadounidense (CENTCOM) aseguró que los ataques destruyeron un edificio del Estado Islámico y dos vehículos armados cerca de esta localidad. Sin embargo, muchos kurdos afirman que no había yihadistas en los lugares bombardeados , y que los ataques aéreos deben tener lugar más cerca de la ciudad, para aliviar la presión de los resistentes.

Al otro lado de Kobane, en el frente de Karaca, la estampa es similar. Varios cientos de kurdos han trepado a una colina desde donde se puede divisar la evolución de los enfrentamientos . En la cima de enfrente pueden verse a varios combatientes de las YPG, que disparan contra un pueblo situado en una loma a su derecha. En él, se supone, están los yihadistas.

Kobane: el Stalingrado de los kurdos

Aquí, los milicianos kurdos han recuperado algo de terreno, reconquistando esta posición en las alturas que hace apenas dos días seguía en manos del Estado Islámico. Pero no parece suficiente: ayer, por primera vez, los yihadistas lograron acercarse lo suficiente a Kobane como para u tilizar artillería contra la ciudad . «Kobane será el Stalingrado de los kurdos», oímos decir una y otra vez en los últimos días. Pero a medida que los yihadistas se aproximan, las voces que pronuncian estas palabras suenan menos seguras.

Los yihadistas del Estado Islámico avanzan pese a los bombardeos de la coalición

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