Los obispos critican a Renzi por hablar mucho y no actuar

La última crítica contra el primer ministro italiano, Matteo Renzi, la han lanzado los obispos. El secretario de la Conferencia episcopal italiana, Nunzio Galantino le ha advertido: «Basta de eslóganes, se debe rehacer la agenda política, poniendo como prioridad la ayuda a las familias, al trabajo, a los jóvenes y la escuela, no con anuncios, sino afrontándolos realmente».

Un vicio que ha caracterizado los siete meses de gobierno de Renzi ha sido precisamente el de hacer anuncios espectaculares, para luego olvidarse o reenviarlos. No gusta a los obispos ese vicio de las falsas promesas y por eso advierten al primer ministro: «Es joven y simpático, pero no se debe reducir solo a eslóganes», afirma monseñor Nunzio Galantino, quien reparte críticas también contra los sindicatos, que «deben liberarse de su conservadurismo».

La seria advertencia que hacen los obispos italianos es la primera desde la elección del papa Francisco, lo que lleva a algunos medios a preguntarse si se ha terminado en Italia la tregua entre obispos y política. En realidad, la conferencia episcopal, por boca de monseñor Galantino, le dice a Renzi que hay principios no negociables: los que se refieren al malestar social causado por la crisis, que exige medidas rápidas.

Al gobierno no ha sentado nada bien las críticas de los obispos. La vicesecretaria del Partido democrático, Debora Serrachiani, muy próxima a Renzi, ha replicado contrariada: «El Papa ha comprendido mejor el cambio que los obispos».

Las críticas de los obispos han tenido gran repercusión, porque se producen en la víspera de una decisiva reunión del Partido Democrático (PD) sobre la reforma del sistema laboral.