Así trataron los franceses a los refugiados de nuestro país en la posguerra: «Son tribus primitivas y sucias»
Los exiliados que cruzaron los Pirineos al final de la Guerra Civil, lejos encontrarse una acogida cariñosa, fueron hacinados en campos de internamientos y tratados como «animales invasores, escoria y vándalos peligrosos»