La victoria del pueblo de Tenerife frente al almirante Nelson
En 1797 las tropas británicas trataron de hacerse con el archipiélago canario
En 1797, el almirante británico Horacio Nelson se lanzó a la conquista de un enclave estratégico para las rutas comerciales de la época: el archipiélago canario. Para ello decidió atacar por la isla de Tenerife. Un puesto totalmente fortificado y que el almirante subestimó de inicio a fin hasta llevarle a la derrota.
La ferocidad del pueblo tinerfeño, guiado por el general Gutiérrez de Otero permitieron que hoy Canarias siga siendo española.