Napalm y fósforo blanco para acabar con los saharauis: ¿cometió Marruecos genocidio?
Hace siete años se presentó una querella en Madrid, con el testimonio de varios supervivientes, por los supuestos ataques cometidos por las tropas marroquíes contra la población que huía hacia Tinduf tras la Marcha Verde. «Me encontré a una niña con las arterias arrancadas, pero no sangraba, lo que se debía a una quemadura del Napalm»
¿Qué es el fósforo blanco y qué daños provoca?
![Imagen de uno de los niños afectados por el Napalm, en Um Draiga](https://s1.abcstatics.com/media/historia/2022/04/11/Um-Draiga-Sahara-Napalm-kxQG--1248x698@abc.jpeg)
El quiebro dado por Pedro Sánchez al reconocer el plan de autonomía marroqui con respecto al Sáhara Occidental, considerado en las últimas semanas una traición a la historia reciente del PSOE, ha vuelto a poner de actualidad un conflicto que en realidad nunca se ha cerrado. Con su decisión, el presidente español no solo se ha ganado las críticas de la oposición y de los miembros de su propio partido, sino también se ha acercado a la posición adoptada por el franquismo, tal y como contaba ABC hace unos días .
«El Sahara Occidental no es negociable» , insistía hace cinco meses Mohamed VI. El Rey marroquí nunca se ha mostrado muy dispuesto a ceder, al igual que su padre, Hasán II. De los siete presidentes que ha tenido España desde 1978, ha sido finalmente Sánchez quien ha dado su brazo a torcer, al igual que hizo el último Gobierno de Franco, el 14 de noviembre de 1975, con el Acuerdo Tripartito de Madrid, que cedía la colonia española a Marruecos y Mauritania tras la famosa Marcha Verde . Una decisión que se tomó entonces en contra de la resolución de la Comisión Europea que establecía que se tenía que celebrar un referéndum.
El actual monarca marroquí realizó esta última declaración durante su discurso en la televisión nacional con motivo, precisamente, del 46º aniversario de la histórica movilización impulsada por su padre, en la que 350.000 civiles y 25.000 soldados marroquíes cruzaron las fronteras de la entonces colonia con el argumento de que esta no le pertenecía a los saharauis, sino a ellos. Fue una invasión camuflada de marcha pacífica con el objetivo de presionar a España para que legitimase la anexión del Sahara Occidental que estaba a punto de descolonizar, como así ocurrió muy poco después.
Contra la prohibición
En esta marcha hay un episodio que nunca se ha llegado a aclarar del todo y que nos recuerda a otros igual de dramáticos acaecidos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, en la guerra de Vietnam o, incluso, en la actual guerra de Ucrania, donde parece que se ha despertado el mismo fantasma, es decir, el uso de armas químicas contra la población. La primera vez que se utilizaron fue en la batalla de Ypres (Francia), en 1915. Desde entonces no se han dejado de usar a pesar de estar prohibidas por la Convención de La Haya (1907), el Protocolo de Ginebra (1925) y la Convención de Armas Químicas (1997).
![Portada sobre la Marcha Verde, en 1975](https://s3.abcstatics.com/media/historia/2022/04/11/marcha_verde_ABC-kdsF-U50499938135Q1F-220x300@abc.jpg)
Lo que nadie se imaginó es que fueran a emplearse en una supuesta marcha pacífica. Así lo recordaba en el ‘Diario de Mallorca’ , en 2013, el coronel de Infantería español retirado, Tòfol Fuster, destinado al Sahara entre 1965 y 1969: «Huyeron 70.000 saharauis hacia los territorios del Tinduf, que está a 800 kilómetros del desierto, y les bombardearon con napalm, a mujeres, niños y ancianos. Fue espantoso».
Hace siete años, la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (Afapredesa) presentó una querella contra esos ataques con armas químicas, lo que dio lugar a un auto instruido por el magistrado del Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz . En él se presentaban pruebas del bombardeo con «napalm y fósforo blanco» realizado por dos aviones marroquíes sobre Um Dreiga , un campamento de jaimas levantado por la población saharaui durante su huida al desierto.
39 muertos
El ataque se produjo en febrero de 1976, aunque no sea muy conocido en la actualidad dentro de todo lo que aconteció en el conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario . Murieron 39 saharauis e hirió a cerca de un centenar, la mayoría de ellos mujeres, ancianos y niños. El testimonio de alguno de los supervivientes formó parte del auto de procesamiento hecho público por Ruiz y que dictó la Audiencia Nacional, en 2015, por genocidio y crímenes de guerra contra 11 mandos militares y civiles marroquíes. Más de medio siglo después, sin embargo, los hechos siguen sin ser aclarados.
El siguiente testimonio, reproducido por la web Rebelión.org , pertenecía a un saharaui con DNI español que vivió aquel ataque en primera persona: «Muchos murieron o sufrieron heridas al encontrarse en el interior de las jaimas que se incendiaron como consecuencia de las bombas. Una de dichas bombas cayó en la tienda-hospital que estaba señalizada con una media luna roja, matando a la mayoría de la gente que se encontraba en su interior e hiriendo a otras muchas, entre ellas, una enfermera española».
En el primer tomo de ‘El Oasis de la Memoria: memoria histórica y violaciones de derechos en el Sáhara Occidental’ , de Carlos Martín Beristain y Eloísa González Hidalgo, se recogen varios episodios más en los que supuestamente también se usaron armas químicas. El que incluímos a continuación lo relató Fatimetu Salma Mohamed:
«Ese día nos cogieron de sorpresa, sobre las 10h de la mañana. Algunas mujeres que íbamos caminando vimos, de repente, como tres aviones encima. El primero soltaba humo y algunas dijeron que ‘no eso no hacía nada’, pero otras probablemente sí. Antes de terminar la frase vimos como llovía y comenzaba el fuego. Bombardearon la jaima de salud donde había unos niños y las enfermeras Chaia Ahmed Zein, que estaba embarazada, y Embarca Ahmed Zein. Se prendió fuego en todo el campamento y comenzó la gente a huir de manera alocada. Entonces ya había muchos heridos y muertos. En ese momento, algunos perdieron el brazo, otros el pie, otros ardieron».
«Coge a los niños y llévatelos»
Varios medios de comunicación extranjeros publicaron la imagen de Zuenana, una niña herida con el brazo seccionado por las bombas. Según describe el médico que la atendió, el tipo de heridas producido por la metralla también tenía signos de quemadura, ya que las arterias no habían sangrado. Eso demostraba que había habido un taponamiento como consecuencia de las bombas empleadas. Así lo explicó meses después:
![Imagen de la Marcha Verde, en 1975](https://s3.abcstatics.com/media/historia/2022/04/11/marcha-verde-1976-kdsF--220x220@abc.jpg)
«Yo seguí andando a ver si encontraba heridos u otra gente. Allí estaba Gurutze, la enfermera. Le dije: ‘Coge a los niños y llévatelos’. El fuego estaba por todos lados y las tiendas estaban quemadas. Me encontré a una niña con el cúbito y el radio seccionados al descubierto y las arterias arrancadas, pero había hecho hemostasia y no sangraba. Creo que eso se debía a la quemadura del Napalm. En otras circunstancias, con otro tipo de herida por metralla, hubiera muerto desangrada».
Um Dreiga era el mayor campamento de desplazados, con 3.000 y 4.000 saharauis. Contaba con un hospital de campaña y un dispensario, a unos 70 kilómetros del frente de guerra. El testimonio de otros supervivientes situó la supuesta masacre entre el 19 y el 21 de febrero de 1976, antes de que España abandonara el Sahara de manera definitiva. De hecho, algunas víctimas aún portaban el DNI español, como mostraba el caso mencionado, pues eran ciudadanos de la entonces conocida como Provincia 53.
Las noticias de que el bombardeo se habría producido con armas incendiarias, tales como Napalm y el fósforo blanco, se empezaron a difundir pocos días después de los hechos, según cuentan Martín Beristain y González Hidalgo: «Los testimonios recogidos muestran que numerosos cadáveres aparecieron calcinados y las heridas con quemadura fueron muy frecuentes en los sobrevivientes». Uno de los testimonios reveló que su herida «sangraba y echaba agua, como si fuera de una quemadura».
Desde 1955
Hasán II había aprovechado el momento crítico que atravesaba España con motivo de la enfermedad de Franco, para lanzar la Marcha Verde. Mientras la dictadura tomaba una decisión sobre qué hacía con su protectorado, que estaba apunto de abandonar, la compañía estatal de la aviación marroquí, la Royal Air Maroc, y su filial, la Royal Air Inter, anunciaron su propósito de inaugurar un vuelo directo entre Casablanca y El Aaiún. Los planes estaban claros y Marruecos no parecía muy dispuesto a retroceder. Hacía semanas que el monarca marroquí anunciaba su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado».
Esta crisis tuvo su origen en el ingreso de España en la ONU en 1955, lo que supuestamente obligaba a Franco a someterse a los principios en materia de descolonización. La presión de esta organización en la década de los 60 obligó al Gobierno franquista a fijar un referéndum de independencia para 1975 pero este nunca se celebró. Cuando se firmó el Acuerdo Tripartito de Madrid, Felipe González proclamó que los saharauis iban a «vencer en su lucha» y que el PSOE estaría de su lado «hasta la victoria final», pero ni esta ha llegó ni el socialismo está hoy con ellos.
Como tampoco se ha aclarado nunca qué ocurrió con aquellos ataques con armas químicas. «Desde luego que fue Napalm, porque si te acercabas a tratar de apagar el fuego con cualquier cosa, se reavivaba más. Eso era imposible de apagar, estaba todo incendiado. El baúl estaba calcinado y los cuerpos totalmente quemados. Había también muchos heridos con quemaduras», añadía Brahim Barbero en 2015.
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