La mentira de Stalin sobre la toma de Berlín
La propaganda de guerra y la manipulación están detrás de la icónica fotografía sobre el Reichstag
Una auténtica sesión fotográfica, perfectamente programada, con varias opciones para elegir, varios días después del final de la batalla y con retoque posterior; así se gestó la icónica fotografía de dos soldados sobre el parlamento Alemán en la toma de Berlín .
Solo el tiempo permite y no siempre, que la verdad aflore en los conflictos susceptibles de utilizarse por los gobiernos de turno. La propaganda de guerra es además, una de las armas más potentes. En este caso, la réplica de Iwo Jima , también tuvo el efecto deseado entre la población.
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