Cuando los taxis sustituyeron a los carruajes en España con «un precio soportable» y sin enfrentamientos

Hace ahora 110 años, ABC anunciaba la puesta en circulación en Madrid de los 10 primeros Landaulet «regidos por taxímetro», que sustituyeron a los coches de caballo de alquiler

Imagen de los primeros taxis o automóviles públicos que empezaron a prestar servicio el día 29 de marzo de 1909 ASENJO

Israel Viana

«Lo que queríamos es estar trabajando pero la situación es insostenible. Si el taxista se ha echado a la calle es porque la situación es desesperada», gritaba un taxista el pasado 29 de enero en Atocha, durante la huelga indefinida de su sector, a causa de la competencia «ilegal» que están llevando a cabo las compañías de VTC . A consecuencia de ello, este mismo conductor aseguraba que ha sufrido una reducción de su facturación de más de un 50% desde la irrupción de Uber y Cabify .

La tensión que se ha vivido entre estos dos colectivos a alcanzado niveles preocupantes en el último año, llegando incluso a producirse agresiones de taxistas a conductores de estas dos empresas que, tal y como anunciaron, han multiplicado su número se usuarios en los últimos meses . Ese mismo día en Atocha, agentes de la UIP de la Policía Nacional tuvieron que intervenir ante los enfrentamientos . «La idea es mantener la huelga hasta que den lo que pedimos», expresaba otro taxista.

Hace 110 años, sin embargo, la situación fue muy diferente. No hubo ninguna tensión ni se produjo la más mínima disputa cuando los taxis hicieron su aparición en el mercado para acabar con el servicio que prestaban, hasta ese momento, los coches de alquiler tirados por caballos. Así anunciaba ABC , bajo el título de « Los automóviles de alquiler », el nuevo servicio en la edición del 27 de marzo de 1909: «Mañana es el día señalado para que el pueblo soberano, mediante un precio relativamente soportable, pueda comenzar a darse el gustazo de hacer sus pequeños récords en automóvil». Se ponían en circulación, efectivamente, los primeros taxis modernos de la historia de Madrid.

«Confort y apariencia»

«Diez flamantes Landaulet, de cuatro asientos, espaciosos, presentados con todo confort y apariencia», anunciaba este periódico. Solo diez, los primeros taxis de la historia de España, a los que ABC llamaba «automóviles de alquiler». Hoy se estima que en España hay concedidas 9.000 licencias de VTC, frente a las 69.972 de taxis que había en 2017.

Abrumados por el crecimiento, muchos de los antiguos propietarios de carruajes se convirtieron en los primeros taxistas de Madrid y, hasta después de la Primera Guerra Mundial , los tradicionales carromatos de alquiler convivieron con los nuevos taxis. El éxito ya lo intuía este diario, pues a la presentación, además del alcalde y la mayoría de los ediles, acudieron muchos curiosos: «Seguramente, los nuevos autos serán bien recibidos, a pesar de su relativa carestía, y se los disputarán en las venideras tardes de primavera. ¡El pisto que se van a dar no pocos socios por unas veinticinco del ala! ¡Y que no vestirá sustituir el anticuado y chillón "¡cochero, arre!", por un insinuante "chaffeur, pon a la segunda"».

En el último tercio del siglo XVI habían comenzado a circular las mulas de alquiler, en el periodo de Felipe II . Era una especie de servicio «prehistórico» del transporte interurbano, antes de la llegada de otros medios como las sillas de mano, conducidas por mozos; las literas, empujadas por mulas, o los mencionados coches de caballo, conocidos como «simones» y «manuelas».

Inauguración de los nuevos taxis presentados por el alcalde de Madrid, el señor Silvela Ramón Alba

Eran años de mucha picaresca entre los mozos de silla y los empresarios de las mulas, que trasladaron sus negocios a los arrabales de la ciudad para escapar del control municipal. Pero todos estos carruajes que circulan por la capital no serán de alquiler hasta el siglo XVII, cuando se generalice su uso. Crecieron tanto que a principios del siglo XVII tuvieron que ser regulados por ley. Una de ellas, de 1611, decía que ninguna persona podía ser mozo de sillas alquiladas sin tener licencia para ello.

El carruaje como forma de desplazarse por el centro de Madrid se estaba quedando obsoleto a comienzos del siglo XX por la aparición de los coches y la evolución de los transportes. Fue poco después cuando llegaron los primeros «automóviles de alquiler». Según ABC en 1909, la novedad de estos se encontraba en algunas de sus prohibiciones, como «llevar bultos de mano grandes y conducir a personas ebrias». Pero sobre todo, en la forma de pago: «No harán horas ni carreras de tiempo fijo. Regidos por taxímetro, se pagará según el recorrido».

Dependiendo del trayecto y del número de personas que lo cogieran, el precio variaba. Si los clientes eran uno o dos, pagaban 1,25 pesetas por los primeros 800 metros y 20 céntimos más por cada 400 metros. Si eran tres, la misma cantidad por los primeros 600 metros y 20 céntimos por cada 300 metros. Y si eran cuatro –el número máximo de pasajeros que admitía el taxi–, la tarifa era de 1,25 pesetas por los primeros 400 metros y 20 céntimos más por cada 200. También se pagaban otros 5 céntimos por cada parada, por lo que era «casi más caro tener el auto detenido que corriendo», puntualizaba ABC.

2.500 taxis en los años 20

Las primeras paradas se establecieron en las calles de Preciados, esquina a la de Galdo, frente a El Corte Inglés, que contó con cinco vehículos: En la del Prado, junto al Ateneo, con tres, y en la de Alcalá, frente a la iglesia de San José, con dos coches más. Este diario informaba puntualmente, además, de las novedades del nuevo servicio público, destacando la división de opiniones existentes entre el vecindario. Para algunos, los nuevos coches eran un signo de modernidad y progreso, mientras que para otros resultaba innecesario, absurdo, porque la oferta de carruajes de alquiler era suficiente.

Su uso se extendió rápidamente. De aquellos 10 primeros Landaulet se pasó a 2.500 taxis en los años 20, para una población total de 750.000 habitantes. Las marcas también crecieron y pronto aparecieron taxis Ford, Fiat, Hispano Suiza, Citroën, Renault, Buick, Chevrolet, Dion Bouton, Panhard-Levassor, Berliet o Licorne.

Fue tal la importancia adquirida por este servicio que, durante la dictadura, llegaron a protagonizar protestas por la ordenanza que les obligaba a llevar gorra en verano o por la regulación del uso del claxon. Hoy, 110 años después de su aparición en Madrid, viven su última batalla.

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