Castillo de Neuschwanstein, la preciosa fortaleza creada por el «rey loco»
Luis II de Baviera es uno de esos monarcas malditos, aunque su locura le fue atribuida más por su condición sexual y sus extravagancias que por una enfermedad real
Luis II de Baviera es otro más en la lista de monarcas malditos , aunque su locura le fue atribuida más por su condición sexual y sus extravagancias que por una enfermedad real. Hijo del Rey Maximiliano II de Baviera y de la Princesa María de Prusia, el heredero de Baviera, uno de los reinos más importantes que conformaba el mosaico germano, fue criado entre algodones y severamente vigilado por sus preceptores . Solo durante sus estancias en el castillo de Hohenschwangau, que hicieron volar su imaginación, vivió algo parecido a una adolescencia normal. Junto a su amigo, el aristócrata Paul Maximilian Lamoral de Thurn und Taxis (1843-1879), se aficionó locamente a la poesía y representó óperas de Richard Wagner.